Decenas de miles de personas exigen que contaminar Galicia “no salga gratis”
El manifiesto de la plataforma Nunca Máis denuncia que la sentencia que deja sin culpables la catástrofe es "deliberadamente injusta"
Once años después de la movilización histórica que llevó a 200.000 gallegos a manifestarse contra la gestión del accidente del buque petrolero Prestige frente a la costa de Galicia, decenas de miles de personas han vuelto a salir a la calle en la comunidad para mostrar su indignación contra una sentencia que tildan de "deliberadamente injusta", para exigir "responsabilidades políticas" y para gritar "nunca máis" al chapapote y a la impunidad. Convocadas por la plataforma Nunca Máis, que nació en aquellos días para canalizar la rabia del pueblo gallego ante una de las mayores catástrofes medioambientales de la historia de la navegación, ocho ciudades -Santiago, A Coruña, Pontevedra, Ourense, Lugo, Vigo, Ferrol y Foz- han sido escenario este 1 de diciembre de protestas ciudadanas "contra el chapapote, el olvido, la impunidad y la injusticia". En la emigración, los gallegos se han concentrado también en Barcelona, Madrid, Londres, Le Croisic -epicentro de la catástrofe del Erika en 1999- y Praga.
Numerosos representantes de varias organizaciones políticas de la oposición, sindicalistas y personalidades de la cultura han acudido a las diferentes manifestaciones, que han concluido con la lectura de un manifiesto en el que las principales reclamaciones de la plataforma se estructuran en torno a seis puntos. "Aquí estamos de nuevo, reclamando justicia, recordando lo que aún queda por hacer y exigiendo soluciones concretas", ha proclamado en la Praza da Quintana, ante unas 5.000 personas, el escritor Suso de Toro, que se ha encargado de la lectura del escrito en la capital gallega, al igual que Manuel Rivas al término de otra multitudinaria manifestación en Ferrol, que confluyó con la de trabajadores del naval.
Las peticiones de 'Nunca Máis' son, según ha enumerado el escritor compostelano, "uno, los medios necesarios para hacerle frente a cualquier otro accidente marítimo que se pueda producir en nuestras costas; dos, la gestión definitiva para el fuel del pecio del Prestige; tres, el seguimiento de la salud de las personas que limpiaron el chapapote; cuatro, las compensaciones propias en seguridad y salvamento marítimo; cinco, el retorno de la seguridad marítima a la gestión pública; seis, el control efectivo del dispositivo de separación de tráfico de Fisterra y siete, medidas legislativas que terminen con la impunidad de los que contaminan".
Previamente, en declaraciones a los periodistas, el autor de obras como Trece badaladas ha reivindicado que la ciudadanía gallega "sigue en pie" once años más tarde y "a pesar de la fatiga". "Vamos a seguir el camino hasta el final", ha advertido, en referencia a la determinación de recurrir el fallo de la Audiencia Provincial de A Coruña, que absolvió al capitán, Apostolos Mongouras; al jefe de máquinas del petrolero, Nikolaos Argyropoulos; y al exdirector general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, acusados por el hundimiento del barco.
También antes de arrancar la marcha, el responsable de organización del BNG, Bieito Lobeira, ha calificado de "lamentable" que la ciudadanía se vea "obligada a seguir en la calle". El nacionalista ha demandado "medidas correctoras" para que no vuelvan a ocurrir "nunca máis" siniestros como el del Prestige. El alcalde de Teo (A Coruña), Martiño Noriega, de Anova, ha evidenciado la necesidad de, once años después, otro 1 de diciembre, "reivindicar la memoria y la dignidad", ante una sentencia "inconcebible" que absuelve a los acusados.
Ya en la Quintana, el líder de Anova y portavoz de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xosé Manuel Beiras, ha considerado la marcha un "episodio de una tragedia que lleva mucho tiempo, que consiste en que aquí hubo una enorme catástrofe de la que los máximos responsables son los responsables políticos". Beiras ha recordado que el actual presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, "fue denominado el señor de los hilillos", para criticar que, ahora, "resulta que acaba de haber una sentencia que, de momento, exime de responsabilidad a los máximos responsables". "Es trágico que los ciudadanos tengamos que seguir defendiendo el país ante los que lo están destruyendo", ha subrayado el histórico nacionalista, en alusión a la situación del naval. A su juicio, esta circunstancia refleja "que hay un régimen político que está putrefacto", por lo que ha reprobado que "los que están podridos aún reclaman lecciones de respeto a los que protestan".
En A Coruña el portavoz parlamentario del Bloque, Francisco Jorquera, puso de manifiesto que "hoy el pueblo gallego reivindica su dignidad frente a una sentencia que instaura la impunidad en Galicia y que viene a decir que contaminar Galicia sale gratis". "La única que pagó fue Galicia, asumiendo las consecuencias ambientales y económicas de la catástrofe", ha constatado.
Por parte del PSdeG, en Santiago ha estado presente el diputado y exregidor Xosé Sánchez Bugallo, mientras otros parlamentarios y cargos del partido han respaldado las protestas en las ocho ciudades para responder a la sentencia emitida 11 años después de que unos 1.600 kilómetros de las costas gallegas y del Cantábrico se tiñeran de chapapote.
La jornada ha concluido con gritos de "nunca máis" a "la incompetencia política", a las mareas negras de chapapote y a "las de manipulación y de mentiras", junto a críticas a los dirigentes populares Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo y a los anuncios de recurso tanto del Estado como de la Xunta de Galicia, que la plataforma Nunca Máis identifica con un "intento de acallar voces". "El largo camino que queda lo tenemos que hacer como pueblo gallego", reza el manifiesto leído en las ocho ciudades. "O recurrimos nosotros esta injusta sentencia o nadie lo va a hacer por nosotros. Ni Rajoy ni Feijóo van a procurar que se haga justicia, eso lo sabemos bien", incide y finaliza con un contundente "Nunca Máis" a "otro petrolero extendiendo la muerte".
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