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Once años de espera para instalarse en sus nuevas viviendas

La falta de liquidez del Ayuntamiento de Huelva retrasa el plan ‘Casa por casa’

Viviendas en la calle Serenata, en Huelva.
Viviendas en la calle Serenata, en Huelva.iván boza

Los vecinos de la barriada de Santa Lucía y La Gavilla en Marismas del Odiel (Huelva) poseen una paciencia sin límites. Prueba de ello es la entereza con la que siguen esperando sus nuevos pisos 11 años después de que la Consejería de Fomento y Vivienda y el Ayuntamiento onubense aprobaran un plan para realojarlos conocido como Casa por casa.

El acuerdo, ratificado en el Parlamento andaluz en 2006, preveía intercambiar las viejas casas construidas en los años 60 cuando empezó el desarrollo industrial en Huelva por otras de nueva construcción. El plan Casa por casa afectaba también a otras zonas de Marismas del Odiel, como la barriada de Cardeñas y la calle Pastores. En estas últimas ya se derribaron las viviendas y se entregaron a los vecinos los nuevos pisos. La iniciativa pretende acabar con unas viviendas que no cumplían, en muchos casos, con los requisitos de habitabilidad. Los vecinos de Marismas del Odiel habían levantado sus hogares sobre rellenos del río y no contaban con la solidez que requiere el terreno. En Cardeñas se han entregado ya, en una primera fase, 106 viviendas; mientras que en Pastores, han sido 45.

El programa Casa por casa se ha topado con muchos problemas burocráticos desde sus inicios. El último escollo ha venido por la falta de liquidez del Ayuntamiento de Huelva, gobernado por el Partido Popular, que ha obligado a paralizar las obras dejando a sus futuros moradores con la miel en los labios. Según el acuerdo de rehabilitación, la Junta se encarga de la construcción de las viviendas y el Ayuntamiento acomete la urbanización de la zona. La Consejería de Fomento y Vivienda ha culminado su parte del trabajo —la construcción de 89 de las 100 viviendas proyectadas—, pero el Ayuntamiento no ha cumplido con la suya. Sin las obras de urbanización terminadas, los vecinos no pueden entrar en sus nuevas viviendas.

La Junta se ha hecho cargo de la urbanización y entregará 89 casas

El equipo de gobierno se comprometió en enero a urbanizar la barriada y afirmó que los pisos se entregarían en mayo. Sin embargo, 10 meses después los vecinos siguen esperando. Entretanto, las viviendas donde residen continúan deteriorándose. “Los políticos no saben el frío que hace en invierno y el calor, en verano. Los vecinos llevan esperando muchos años sin poder acometer obras de reformas en sus hogares porque saben que se tienen que marchar”, explicó Matías Lazo, presidente de la Asociación de Vecinos de Marismas del Odiel.

Este escollo económico llevó a Izquierda Unida a presentar en el último pleno una moción —aprobada por unanimidad— en la que propuso que se autorizara a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) a urbanizar la zona y poder así entregar las casas. El presupuesto de los trabajos de urbanización es de 291.000 euros. AVRA [antes EPSA] ha puesto una condición para asumir las obras de urbanización: solo terminará las obras de 89 casas y no las 100 previstas, porque necesita contar con un remanente económico para acometer los trabajos. Para las 11 viviendas restantes se habilitará una partida en las cuentas de 2014. “AVRA hizo esa reserva económica optando por concluir 89 viviendas en un ejercicio de responsabilidad con la inversión pública y con los vecinos del área”, explicaron fuentes de la Consejería de Vivienda.

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“Es una irresponsabilidad que después de 10 meses el Ayuntamiento no cumpla con la parte que le corresponde”, afirmó el portavoz de IU, Pedro Jiménez. Mientras que el portavoz del PSOE, Gabriel Cruz, reprochó al PP su “incumplimiento reiterado”. “El Ayuntamiento se comprometió en enero a urbanizar la zona y después de 10 meses no ha movido un dedo. Ahora será la empresa pública la que finalice los trabajos por la incapacidad del Ayuntamiento”, aseguró Cruz. Por su parte, el portavoz del equipo de gobierno, Francisco Moro, se escudó en las exigencias del plan de ajuste para justificar la falta de recursos económicos.

Frágiles cimientos

La barriada de Marismas del Odiel, levantada con escasos recursos sobre rellenos de las marismas del río Odiel, es una trama frágil que sufre continuas inundaciones por las propias características del terreno. La barriada fue consecuencia de la llegada a la ciudad procedente del campo de numerosa mano de obra barata y sin especialización atraída por la reciente industrialización de la ciudad. Sus escasos recursos obligaron a esas familias a asentarse en zonas marginales como esta. En 2002, la Junta y el Ayuntamiento acordaron rehabilitar de forma integral esta zona trasladando a los vecinos a casas más consistentes y derruyendo las antiguas. El plan contemplaba acometer una nueva urbanización con viviendas unifamiliares de 90 metros cuadrados que se intercambiarían por las viejas casas.

Una vez solucionados los problemas de las barriadas de Santa Lucía y La Gavilla, para completar el programa de realojo quedaría pendiente una promoción de 192 viviendas de promoción pública en alquiler, propiedad de la empresa pública, que recientemente se ha incluido en el área urbana de Marismas del Odiel.

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