Mercado nacional o extranjero
Dos experiencias del sector textil
Con ventas en España también se puede tener éxito. La batalla de las empresas textiles resulta brutal en un entorno de caídas del consumo. Spiuk, una firma con sede en el valle de Orozko y capital vasco, se ha especializado en ropa deportiva vinculada al ocio y a la competición y vende, sobre todo, en el mercado nacional. Ahora empieza a afianzarse en la UE. Tavex es todo lo contrario. Mantiene su sede en Bergara, pero desde 2006 la mayor parte de su capital es brasileño y solo vende el 1% en España.
SPIUK
Líder en España
2008: 6,7 millones de ventas, 55.025 euros de beneficio y 26 empleados. 2012: 9,4 millones de ventas, 185.000 euros de beneficio y 28 empleados. I+D: 225.000 euros anuales. El incremento de personas que se suman a los hábitos saludables de vida corriendo o montando en bicicleta, por ejemplo, ha beneficiado a esta empresa hasta convertirla en una marca líder en su sector, más en concreto en los accesorios de ciclismo o triatlón. Sus esfuerzos se han centrado en reforzar esta posición como líder en el mercado español, y ahora crecer en ingresos a base de internacionalizarse con un concepto claro: ofrecer la mejor realción calidad-precio.
TAVEX
Estabilidad
2008: 352 millones de ventas, 31 millones de beneficios y 5.271 empleados. 2013: 432,4 millones de ventas previstas, 41,3 millones de beneficios en 2012 y 4.990 empleados el año pasado. I+D: 23 millones de euros de inversión en el periodo.
La firma de tejido vaquero, que nació en Gipuzkoa en 1846 bajo la denominación de Fábrica de Hilados, Tejidos y Estampados de Vergara, prácticamente mantiene en Euskadi solo su sede social. Vende cien millones de metros de tela y ha reestructurado su modelo de negocio para vender tejidos de las gamas alta y media en Brasil y el resto de Sudamérica y mantener el mercado premium en Europa, con una fuerte reducción de costes de las operaciones industriales del grupo en España y Marruecos. En cambio, crece en Estados Unidos.
En 2006, la empresa brasileña Santisa, controlada por el grupo Camargo Correa, compró el 60% de la firma vasca. El año pasado, la sociedad de capital riesgo Mercapital, fundada por el empresario bilbaíno José María Loizaga Viguri, intentó comprarle el paquete, pero al final no prosperó.
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