La búsqueda de una solución para el futuro de Fagor inquieta a Urkullu

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mostrado este lunes su preocupación por la situación que atraviesa Fagor, que cerró el primer semestre con una caída de sus beneficios del 19% y ha recibido un fondo de reestructuración de Corporación Mondragon de 70 millones de euros para dar oxígeno a los problemas que sufre. El jefe del Ejecutivo ha desvelado en Nueva York, al inicio de una semana considerada clave para el futuro de Fagor, que el Gobierno trabaja desde hace casi un año para “poder ayudar a resolver esta situación intentando respetar el marco legal que afecta al grupo”.

La de la cooperativa vasca es una de las cuestiones “muy urgentes” en las que su equipo comenzó a trabajar desde diciembre pasado, ha explicado, a través de varios departamentos. La solución pasaría por un “proyecto de ayuda cooperativa” impulsado por la Corporación Mondragon. Pero el lehendakari advirtió de que existen “límites legales” para materializarlo que es necesario solventar, ha dicho, “respetando el marco legal” de las cooperativas.

Plan de paz: “La falta de acuerdos no tiene que frenar el impulso al proceso”

Urkullu ha hecho estas declaraciones durante una rueda de prensa en la que realizó un balance de su viaje en la delegación vasca en Nueva York horas antes de tomar el vuelo de vuelta a Euskadi. El lehendakari, que el viernes señaló en una conferencia en la Universidad de Columbia que espera que para 2020 se haya ejercido el “derecho a decidir”, aseguró que su intención sigue siendo la de convocar una consulta en 2015, tal y como han venido resaltando los principales dirigentes del PNV en los últimos días.

Desde entonces, Urkullu ha recibido las críticas de la izquierda abertzale, que entiende que está postergando el derecho a decidir —algo “completamente equivocado”, aseguró el jefe del Ejecutivo—, y la de partidos como el PP, que rechazan la apertura del debate. Este lunes ha señalado  que “si se alcanza un acuerdo en 2014 [en la ponencia parlamentaria que el Gobierno desea que debata sobre el nuevo estatus], mejor que en 2015”.

Tras una intensa agenda de reuniones con políticos, académicos y empresarios, Urkullu se ha encontrado en sus interlocutores con un “deseo de profundizar el en conocimiento de manera actualizada de Euskadi”, ha asegurado. Una comunidad autónoma sobre cuyo reto de la paz y la convivencia han girado muchos de los contactos del lehendakari. Urkullu vio en el informe preliminar de un grupo de académicos sobre su plan de paz un “empujón” al documento, y remarcó que los expertos ven la convivencia “como un proceso”. Consciente de las numerosas críticas y alegaciones que ha suscitado su plan en Euskadi, Urkullu señaló que su deseo es el de lograr consensos que no siempre se dan, pero “la falta de acuerdos en el primer momento no tiene que frenar el impulso a lo que es un proceso”.

El 'lehendakari' afea la “territorialitis” de otros partidos con el Guggenheim

También ha puesto en valor que la delegación vuelve a Euskadi “con el compromiso en firme del United States Institute for Peace [USIP] de trabajar en este proceso de normalización de la convivencia“. El lehendakari considera que se puede trasladar a Euskadi ideas del memorial del 11S, como el museo que este centro abrirá en primavera y que tratará lo ocurrido en 2001, pero también sus consecuencias.

En cuestiones vinculadas a la cultura, Urkullu reconoció que se reunió con el presidente de la fundación, Richard Armstrong, para “tranquilizar” a este organismo sobre las intenciones de la parte vasca del patronato en la futura negociación tras un “tiempo de preocupación en la fundación” motivado por la ponencia parlamentaria que reclamó que la parte vasca gane peso en la toma de decisiones sobre la pinacoteca.

El lehendakari censuró el “desprecio” a la marca Guggenheim que han impulsado algunos partidos movidos por cuestiones de “territorialitis”. Ayer, el PSE denunció que la reunión del pasado viernes fue “una foto que aparentó un rendimiento de pleitesía a los americanos”. De hecho, los socialistas le pidieron en una comparecencia próxima que explique su criterio para el nuevo convenio al tiempo que le recordaron las conclusiones de la ponencia de la pasada legislatura en el Parlamento vasco, que luego fueron ratificadas por las Juntas Generales de Bizkaia. El Guggenheim “todavía tiene capacidad de crecimiento” señaló el lehendakari en varias ocasiones después de señalar que su efecto es positivo para todo el País Vasco, y el Gobierno trabajará para firmar el acuerdo durante 2014, año en el que expira el acuerdo de gestión.