El Gobierno pide a los empresarios catalanes que frenen los planes de Mas
Ruiz-Gallardón da por casi agotadas las posibilidades de una negociación política
Ante las dificultades para llegar a acuerdos con el Gobierno catalán, el Ejecutivo de Mariano Rajoy lleva meses tratando de buscar la complicidad de los empresarios catalanes para frenar los planes soberanistas de Artur Mas. Sin embargo, nunca hasta el pasado jueves los empresarios habían recibido un mensaje tan directo. En el transcurso de una cena en Barcelona, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, acusó a la sociedad civil catalana de haber quedado “capturada” por la política e instó a los empresarios a marcar distancias con Mas y reconducir la situación, según explicaron varios asistentes.
La cena, que se celebró en la sede del grupo de infraestructuras Abertis, estaba organizada por el Foro Puente Aéreo, un lobby impulsado en 2011 por el exdirigente del PP catalán Enrique Lacalle para favorecer el cada vez más conflictivo diálogo entre Madrid y Barcelona. En el foro participan con más o menos regularidad 34 empresarios que hasta ahora han celebrado 11 ágapes con dirigentes políticos de primer nivel, entre ellos, Mas y Rajoy, aunque en calidad de candidato a la presidencia.
A la cena con Ruiz-Gallardón asistieron, entre otros, el presidente de la patronal catalana, Joaquim Gay de Montellà (Foment del Treball), Salvador Alemany (Abertis), Juan Miguel Villar Mir (OHL), Emilio Cuatrecasas (Cuatrecasas), Javier Godó (Godó), José Manuel Entrecanales (presidente de Acciona), Antonio Catalán (AC Hoteles), Rodrigo Rato (expresidente de Bankia y exdirector del Fondo Monetario Internacional), Luis Conde (presidente de Conde de Seeliger, que fichó hace un año a Esperanza Aguirre) o el portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, el único político en activo en la cita y del sector nada soberanista de la coalición.
Los ejecutivos lamentan que Rajoy rechace también una tercera vía
Está previsto que el próximo ministro en reunirse con esta élite empresarial sea Cristóbal Montoro, precisamente uno los más criticados por las patronales por el fuerte descenso de las inversiones en Cataluña este año.
La sensación que quedó en los empresarios, coincidieron varios asistentes, fue de una cierta frustración. Estos no esperaban que el ministro llegara con una solución mágica bajo el brazo, pero sí que esbozara una posible “tercera vía” o que dejara ver algún plan b alternativo para el caso de todo se complique aún más. No sucedió. Gallardón, conceden varios de los presentes, estuvo brillante pero no aportó ningún mensaje nuevo. En lugar de eso, explican los asistentes consultados, el ministro dio casi por agotadas las posibilidades de una negociación política para desencallar la situación, sobre todo cuando CiU busca un acuerdo con ERC para compartir el desgaste del gobierno que frene la sangría de votos que indican todas las encuestas.
Ante esa brecha entre los dos ejecutivos, el catalán y el central, Ruiz-Gallardón instó a la sociedad civil catalana a actuar ya para frenar las pretensiones soberanistas de Mas, que en cualquier caso consideró como imposibles si no quiere verse fuera de la Unión Europea. Hace justo un año, Gallardón ya agitó la posible salida de Cataluña de las instituciones comunitarias en un almuerzo con los empresarios del Círculo de Economía, aunque entonces advirtió también del riesgo que suponía para España.
Todos los empresarios consultados rechazaron la pretensión del ministro. Para empezar, porque no comparten la sugerencia de que hayan sido prisioneros de Mas. Los responsables ejecutivos de las firmas consultadas aclaran que ellos nunca han ido más allá de valorar la petición del concierto económico especial para Cataluña y al recordar que siempre han estado en la tesis de la legalidad constitucional, incluso cuando han aceptado la convocatoria de una consulta.
Las élites empresariales, que prefieren ponerse de perfil para que el conflicto no salpique su negocio, también opinan que Ruiz-Gallardón les dejó prácticamente sin margen de maniobra tras rechazar una tercera vía, que hasta ahora han defendido allí líderes como el democristiano Josep Antoni Duran Lleida o el federalista Pere Navarro.
“Siguen sin entender nada. No pueden trasladar a la sociedad civil lo que atañe a la política”, sostuvo uno de los ejecutivos, que ve la situación en la calle ya tan grave como para plantearse la posibilidad de que algunos empresarios puedan tener alguna opción real de reconducirla. “Seríamos aplastados”, confesó uno de los presentes.
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