Las cuentas complican a Mas-Colell los presupuestos catalanes de 2014
El Gobierno centra buena parte de sus inversiones en el Corredor Mediterráneo
Si el Gobierno de la Generalitat cierra el año con el déficit fijado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, del 1,58% del Producto Interior Bruto (PIB), el año que viene deberá ajustar otros 1.600 millones de euros para situarlo en el 1%. Y puesto que el Ejecutivo de Artur Mas no quiere reducir más el gasto público, incluirá en los Presupuestos autonómicos los nuevos impuestos pactados con ERC y las deudas que arrastra el Gobierno de Mariano Rajoy.
Sin embargo, la Administración central no ha presupuestado ni un euro por ese concepto. Fuentes del Departamento de Economía estimaron que la deuda desde 2011 asciende a 1.689 millones de euros, a la que debería añadirse la partida de este año por la falta de inversiones en 2012 y que estas fuentes explicaron que no pueden precisar porque no disponen de las liquidaciones efectuadas por Hacienda de las inversiones directas de ese año.
El proyecto de Presupuestos del Estado no contiene todos los detalles sobre las transferencias y los anticipos por el modelo de financiación autonómica. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo aseguraron que los primeros análisis apuntan a que se confirma el descenso que Hacienda anunció en julio, de más de 500 millones de euros. De momento, los recursos del Fondo de Suficiencia Global, uno de los filtros del sistema de financiación, caen el 21,1%, hasta los 638,12 millones de euros, aunque Cataluña no es la que sale peor parada: Madrid, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares no percibirán nada por ese concepto. “Los ministerios no se han enterado de que Baleares es España y del esfuerzo inmenso realizado por la comunidad autónoma en 2011 y 2012”, se quejó el consejero de Hacienda y Presupuestos de Baleares, José Vivente Marí.
El consejero de Territorio, Santi Vila, es otro consejero que se lleva un varapalo con el proyecto de Presupuestos presentado ayer. La buena sintonía que mantiene con la ministra de Fomento, Ana Pastor, no tendrá resultados efectivos el próximo año con más inversiones en infraestructuras, al menos antes de negociar la introducción de enmiendas. La Generalitat pierde uno de cada cuatro euros de inversión y obras clave como la construcción del Cuarto Cinturón o la conexión de la AP-7 y la A-2 en Castellbisbal seguirán congeladas. En materia de carreteras, apenas han entrado algunas consignaciones para la N-II entre Maçanet y Caldes de Malavella. Asimismo, la Generalitat recibirá 19 millones como compensación por los descuentos en los peajes catalanes de titularidad estatal.
El Gobierno central lo ha apostado casi todo al ferrocarril: destinará 502 millones de euros, más de la mitad de la inversión territorializada en Cataluña (944 millones). Las principales inversiones serán para hacer realidad la versión económica del Corredor Mediterráneo, adaptando vías en ancho ibérico que están en servicio al ancho internacional, con la instalación de un tercer raíl. En el tramo entre Castellón y Castellbisbal, el ancho mixto requerirá de 85 millones de euros este año en una obra que el proyecto prevé que quede finalizado en 2016. Asimismo, se estima una inversión adicional de 108 millones de euros para el tramo entre Vandellòs y Tarragona, que está pendiente del desdoblamiento de vía. El corredor mediterráneo entre Barcelona y la frontera francesa también contará con 42 millones.
Los accesos definitivos al puerto de Barcelona también figuran en las cuentas de 2014, con una partida inicial de 45 millones repartidos entre Adif y Puertos del Estado. La mejora de la red de Cercanías, uno de los frentes entre la Generalitat y el Estado, tendrá 30 millones de euros.
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