Decenas de personas recuerdan a Txiki en el cementerio de Zarautz

Amigos y familiares de Juan Paredes, Txiki, han rendido esta mañana un homenaje al miembro de ETA político militar, uno de los últimos fusilados del Franquismo junto a su compañero Ángel Otaegi y tres militantes del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico), el 27 de septiembre de 1975. El acto ha reunido a decenas de personas en el cementerio de Zarautz, donde se encuentra el sepelio de Txiki, una de las primeras personas además a las que el Gobierno vasco reconoció como víctima de los excesos policiales.

Uno de los hermanos del fusilado, Kepa Paredes, que ha acompañado en todo momento a su madre, María Antonia Manot, ha señalado tras el homenaje la importancia del reconocimiento recibido por Txiki el pasado mes de noviembre. El familiar ha puntualizado que la familia, desde que tuvo conocimiento de que existía una oportunidad para que su hermano fuera considerado una víctima de la violencia, quiso sumarse a esta posibilidad. "Cuando tuvimos la oportunidad quisimos entrar, era una puerta cerrada a cal y canto que hemos conseguido abrir, y ahora entre todos tenemos que abrirla más, para que pueda entrar más gente y se pueda beneficiar", ha señalado.

Martxelo Álvarez, miembro de la asociación Ahaztuak y convocante del acto junto a los familiares de Txiki, ha denunciado a los pies del sepelio, sobre el que descansaba además de varias rosas rojas una ikurriña y una bandera republicana, la impunidad de los crímenes franquistas, vigente, según ha subrayado, en plena democracia.

Álvarez ha defendido que la Ley de Memoria de Histórica no hace sino perpetuar la impunidad de la dictadura, ya que "hace imposible juzgar a responsables del franquismo". "Se queda corta y deja lo fundamental en el tintero", ha remarcado.

El acto, al que se han acercado diversos representantes políticos, como el coordinador de Sortu en Gipuzkoa, Joxean Agirre, el coordinador de Política de Víctimas del Gobierno vasco, Txema Urkijo, y la expalamentaria de Aralar y actual asesora de la secretaría de Paz y Convivencia, Aintzane Ezenarro, ha concluido con los presentes entonando el himno del soldado vasco, la mayoría con el puño en alto. Tras lo cual, uno de los asistentes ha gritado gora ETA militarra.

Precisamente, minutos antes de que haya empezado el acto un operario se ha dedicado a limpiar por diversos puntos del cementerio pintadas a favor de la banda terrorista.