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De Andrés contrapone su nuevo plan inversor al pacto fiscal entre PNV y PSE

Incluye una nueva deducción fiscal complementaria de 250 euros para las familias numerosas

Pedro Gorospe
Javier de Andrés conversa con un grupo de trabajadores de los servicios sociales.
Javier de Andrés conversa con un grupo de trabajadores de los servicios sociales.david aguilar (efe)

El PP alavés va, de momento, en dirección contraria. El diputado general de Álava, Javier De Andrés, eligió el mismo día en el que PNV y PSE oficializaban con la presencia del lehendakari Iñigo Urkullu, la firma de su pacto fiscal, de empleo y de reactivación del mercado, para hacer pública una propuesta elaborada con el mismo objetivo, pero que, lejos de elevar la presión fiscal, incorpora bajadas de impuestos para acelerar la economía. Según anunció ayer en el museo Artium de Vitoria el plan pasa primero por inyectar 125 millones en dos años, triplicando las ayudas a la innovación tecnológica, y creando una línea de avales de máximo alcance para asegurar que fluya el crédito hacia las empresas. Y todo ello en un contexto de bajada de impuestos. El diputado general estuvo acompañado por los diputados de Promoción Económica, José Zurita, y de Hacienda, Aitor Uribesalgo, quienes desgranaron los contenidos del plan y aspectos de la reforma fiscal propuesta y que fueron presentados a principios de mes.

La reforma fiscal, para la que el PP necesita al PNV, PSE o Bildu, al encontrarse en minoría en las Juntas Generales de Álava, se centrará en una nueva deducción fiscal de 250 euros para las familias numerosas, en una exención del 10% del importe íntegro del subsidio que cobran los desempleados y en mantener las deducciones por vivienda. Sólo en IRPF el lastre de esas medidas en la recaudación será de dos millones, aunque el efecto sobre los ingresos no se dejará notar hasta 2015. Además De Andrés, aboga por implantar una deducción adicional de 600 euros para las empresas que hagan nuevas contrataciones fijas o temporales, que se sumarían a las ya existentes de 4.900 euros por empleo fijo.

Para las microempresas, que son las que tienen menos de 5 empleados y menos de 2 millones de euros de facturación, se fijaría una deducción de un porcentaje equivalente al Euribor más dos puntos sobre las ampliaciones de capital desembolsadas en el ejercicio fiscal. También se plantea, entre otras medidas, una deducción del 20% en el IRPF por la inversión realizada por particulares en microempresas y pequeñas firmas de nueva creación, así como una tributación reducida, con un máximo del 20%, en lugar del 24% actual, para empresarios individuales y autónomos en los dos primeros ejercicios que tengan beneficios. La rebaja para el Impuesto de Sociedades en pymes es superior al que impulsan PNV y PSE, aunque en conjunto la reforma de estos dos últimos partidos es más ambiciosa. La primera se basa en reducir impuestos y la segunda en aumentar la carga tributaria a las grandes empresas, en lograr recursos de la lucha contra el fraude, y en subir los tramos altos del IRPF. “Vamos a impulsar una política fiscal que vaya al incentivo y no al castigo”, proclamó ayer De Andrés.

Las inversiones de 125 millones en dos años suponen el 15% anual de los ingresos de la institución considerando el proyecto de 397 millones —el 9% menos que el de 2012— que de Andrés tuvo que retirar al no encontrar apoyo del PNV. “Álava es un territorio moderno, industrial y exportador, que no responde al tópico que se tiene de él. Tenemos unas buenas condiciones para competir y para crecer”, dijo frente a un centenar empresarios. “Estamos mejor situados que el resto de España para abordar un cambio de ciclo económico”, adelantó.

De Andrés se ve en condiciones de abordar la reactivación conómica

El acto contó con la presencia del presidente de la Caja Vital, Fernando Aránguiz; el secretario general de la patronal alavesa (SEA), Juan Ugarte; y el presidente de la Cámara de Comercio de Alava, Gregorio Rojo, entre otros.

Peor punto de partida

Álava es la única provincia que cae en recaudación de impuestos hasta agosto, el 1,8%, frente al crecimiento del 5,2% en Bizkaia y del 3,6% en Gipuzkoa, aunque Álava lo atribuye al retraso por parte del Gobierno vasco en abonar la paga extra a sus funcionarios y a los aplazamientos a empresas. Corregido ese efecto —6,8 millones de euros en retenciones se ingresarán en septiembre y ocho millones de euros de aplazamientos— es decir con esos 15 millones adicionales y los 60 por ajustes del IVA que llegan del Estado, la Diputación alavesa asegura que el incremento de la recaudación hubiera sido del 5,4%. Pero los datos de desempleo también son peores. En agosto Álava fue el territorio en el que se registró una subida mayor, con un incremento del 1,04% respecto a julio, seguida de Gipuzkoa (0,9%) y Bizkaia (0,88%). La cifra total de parados en Álava es de 27.882, después de que en agosto 285 personas se hayan quedado sin trabajo, frente a los 25.878 vizcaínos y 14.953 guipuzcoanos. La mayor caída en la contratación de personal también fue a parar a Álava con el 33,59%, frente al 27% de Bizkaia y 30% de Gipuzkoa.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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