Quiroga propone a Urkullu elevar el objetivo del acuerdo

Ningún grupo político se perdió ayer la fiesta popular de la Vendimia de la Rioja Alavesa en Villabuena (Álava) en medio del giro político al que se asiste en Euskadi con el acuerdo de reactivación económica sobre una nueva reforma fiscal que han alcanzado PNV y PSE-EE. Fue el encuentro distendido entre los firmantes, con la incorporación significada del lehendakari, Iñigo Urkullu, y quienes buscan todavía su hueco en el pacto, como el PP que jugaba, además, en una zona electoral que siempre le resulta rentable.

En vísperas de la firma del acuerdo, y después de recibir la negativa a su presencia como pretendía en un principio, la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, reiteró su oferta a Urkullu para lograr un “gran pacto de estabilidad” que vaya más allá del “cortoplacismo” que, a su juicio, caracteriza el acuerdo alcanzado por el PNV y el PSE-EE sobre fiscalidad y reactivación económica, principalmente.

Quiroga, en declaraciones a los medios de comunicación, que recoge Efe, recordó que su partido tiene “un proyecto para toda España”, basado siempre en “relaciones de lealtad, respeto y cooperación”. Por ese motivo, reiteró su disposición al acuerdo de los populares vascos con la situación que se vive con el proceso soberanista de Cataluña. “En Euskadi sabemos lo que es la confrontación política, y puede llegar un momento en el que en Cataluña el problema no sea ya con Madrid, sino entre los propios catalanes”.

Mientras, el portavoz del PSE-EE en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor, prefirió destacar que el acuerdo supone el “inicio real” de la legislatura, puesto que hasta el momento, el Gobierno autonómico ha permanecido en la “atonía”. Eso sí, Pastor puso especial énfasis en destacar que el pacto no se limita a una reforma fiscal, sino que supone la herramienta necesaria para obtener recursos suficientes con los que impulsar medidas de reactivación económica y defensa de los servicios públicos.