Feijóo aplaza hasta finales de 2016 la puesta en marcha del hospital de Vigo

La visita esta mañana del presidente de la Xunta a las obras del nuevo hospital de Vigo ha significado un nuevo aplazamiento del horizonte previsto para su puesta en funcionamiento. Ya no será en 2014, como sostuvo hace apenas tres meses la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera. Tampoco 2015, año avanzado por el Ministerio de Economía y Competitividad, que colabora en el proyecto a través de un préstamo participativo del ICO. El nuevo plazo es la legislatura autonómica, que se cumplirá a finales de 2016. Feijóo ha afirmado que el hospital estará en marcha “esta legislatura”. Cuando el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó el anuncio de licitación del proyecto, el presidente de la Xunta defendió el método de financiación elegido, de colaboración público-privada, por ser el único que permitiría “disponer de la obra en tres años”. Vencido ese plazo, 2014 era la referencia para el Gobierno gallego. Hoy Feijóo no se ha referido a ningún año en concreto, sino que ha optado por vincular el proyecto a una legislatura de la que aún no han transcurrido más que nueve meses.

Pero lejos de considerar el nuevo horizonte un retraso, el presidente se felicitó por la apertura de “una nueva etapa que es la recta final” en las obras. Los trabajos de ejecución de la estructura del edificio en la parroquia viguesa de Beade se han reiniciado en los últimos días, después de un año en el que han permanecido prácticamente paralizados por la quiebra de uno de los socios de la Unión Temporal de Empresas (UTE) que construye la infraestructura sanitaria, y que posteriormente explotará sus servicios no clínicos a cambio de un canon millonario. Fuentes de la Xunta señalaron a Europa Press que la ausencia de una mayor concreción en la fecha de apertura del hospital se debe a que permanece sin resolver la dotación de acometidas de luz, agua y gas al nuevo complejo. Durante el mandato de Corina Porro como alcaldesa, el Ayuntamiento de Vigo firmó con Sanidade un convenio por el que se comprometía a aportar 5 millones de euros para financiar esos trabajos. Su sucesor, Abel Caballero, ha denunciado ese concierto por considerarlo abusivo y favorecer a las empresas privadas que explotarán servicios en el hospital. En las últimas semanas, los responsables del Sergas han atribuido a esa circunstancia cualquier eventual retraso en las obras que se produzcan.

Los plazos de 2014 manejados hasta ahora por la Consellería de Sanidade han sido tachados reiteradamente de irreales por diversos colectivos que se oponen al modelo de financiación público-privado, ya que una vez finalizada la construcción se abrirá un plazo de año y medio para culminar la edificación y la urbanización, período al que habrá que añadir otros cuatro meses para equipar el centro. Es decir, casi dos años a partir del momento, aún lejano, en que la estructura del edificio esté completamente finalizada. Frente a quienes consideran que será un hospital privado, Feijóo ha insistido en su visita a las obras en el carácter “público” de la infraestructura, de la que aseguró que convertirá a Vigo en “una de las capitales más importantes desde el punto de vista sanitario de España”, ya que será un centro “en la vanguardia tecnológica”. Según recordó, el centro contará con casi 1.500 camas, 35 quirófanos, 160 salas de consulta externas y 62 de diagnóstico por imagen. El presidente no ha hecho alusión alguna a la reducción que significará en plazas de urgencias, revelada esta semana por el coordinador de dicho servicio en el área sanitaria de Vigo.

“No es fácil pasar de las maquetas a la realidad física”, se ha justificado el presidente de la Xunta, que ha reprochado las “faltas de colaboración institucional”, en referencia al alcalde de Vigo, que no ha acudido a la visita. Sí han asistido otros alcaldes del área sanitaria de Vigo y la conselleira de Sanidade. Pese al reproche, Feijóo ha abogado por que esas circunstancias “no se sigan dando en el presente y en el futuro”. Según ha informado el presidente de la Xunta, el personal que trabaja en el hospital se reforzará a través de la creación de un tercer turno a partir de octubre, con horario nocturno incluido, lo que permitirá intensificar la actividad. El presidente de la UTE adjudicataria, Santiago Pérez, ha explicado que, una vez superada la paralización de los últimos meses, actualmente están trabajando en las obras una media diaria de 550 personas, con puntas de 1.000 efectivos.

En cuanto a las principales características del complejo hospitalario, Pérez ha afirmado que ocupará 285.000 metros cuadrados de superficie, lo que equivale a más de cinco veces las dimensiones del actual Hospital Xeral de Vigo. Así, ha apuntado que se tratará de un edificio “muy bien ordenado y donde se mezclarán circulaciones” y que será muy “luminoso” y “poco agresivo” con el paisaje, al ser un inmueble bajo con zonas ajardinadas.