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“No tenemos recursos, la escuela no es una ONG”

1,3 millones de alumnos vuelven a las aulas en una jornada marcada por la normalidad. Solo se han registrado protestas en Deltebre, Pont de Suert y Caldes de Montbui

Inicio del curso escolar en Deltebre.
Inicio del curso escolar en Deltebre.JOSEP LLUÍS SELLART

Abrazos entre niños y también entre padres que después del parón veraniego se reencuentran en la puerta del colegio. Predominan las risas y los nervios en el primer día de escuela, aunque también se escapa algún llanto y a algunas familias también se les mezcla con la tristeza o angustia de ver cómo en junio cerraba su escuela (en total, cinco echaron el candado). El ambiente distendido de ayer no menoscaba la preocupación y angustia que viven muchos padres. “Aunque la ilusión del primer día no se pierde, te asalta la ansiedad y los nervios, porque ves que no llegas”, explica Lourdes Blasi, madre de dos hijas a las puertas del colegio Agustí Bartra de Terrassa.

Las penurias de muchas familias y la sombra de la malnutrición aderezado por la falta de becas comedor también se está convirtiendo en casi la principal preocupación de muchas escuelas, especialmente las ubicadas en barrios deprimidos. “La Administración ha rebajado el precio de la beca comedor y nos dicen que les diga a los niños que vengan solo un par de días al comedor. Es decir, el niño al final solo comerá becado cuatro meses al año en la escuela. ¿Y el resto de meses? Hay niños que el único plato caliente que comen es en el colegio. No tenemos recursos, la escuela no es una ONG”, se queja Francesc Sans, director de la escuela Sant Salvador de Tarragona. Este centro fue uno de los seis –otro de Amposta y cuatro en Terrassa- que mantuvo abierto su comedor durante las vacaciones para alimentar a los alumnos más vulnerables.

La lucha contra las carencias alimentarias de los más pequeños es uno de los restos del nuevo curso escolar que empieza entre hoy y mañana para 1,3 millones de alumnos. Este jueves ha arrancado Primaria y mañana lo harán los institutos. Serán 20.674 estudiantes más, pero con el mismo número de profesores. No obstante, en los dos últimos cursos hay un desequilibrio entre docente y alumnos, después que el año pasado se añadieran al sistema 30.000 estudiantes, pero se prescindiera de 3.000 maestros.

"Te asalta la ansiedad y

La vuelta al cole se ha realizado con normalidad generalizada, pero con incidencias puntuales en Deltebre, Pont de Suert y Caldes de Montbui. Los sindicatos solo habían hecho un llamamiento para que los profesores lucieran la camiseta amarilla. Una de las protestas más visibles se ha vivido en Deltebre (Baix Ebre), donde decenas de familias y profesores se han concentrado a las 9 de la mañana a las puertas de las escuelas con pancartas en defensa de la educación pública. "Cuando un profesor enferma tardan demasiados días en poner un sustituto y han recortado horas a los mediadores”, justifica Janet Millan, presidenta del AMPA del Colegio Sant Miquel de Deltebre.

En el Pont de Suert, unos 80 padres de la Escola Ribagorçana ha cortado la carretera N-230 a la altura del municipio como forma protesta contra la pérdida de la gratuidad del comedor escolar. Los cortes se han producido desde las 8:30 hasta las 10:00 horas. Además, los padres han decidido no llevar a sus hijos al colegio. Se trata de familias que viven en núcleos agregados a Pont de Suert. Pero al pertenecer al mismo municipio, la normativa considera que este servicio “no obligatorio”, así que no es gratuito. No obstante, hasta el curso pasado no pagaban nada y este año les hacen pagar 3,1 euros por el menú escolar.

“En algunos casos, la distancia entre nuestra población y el colegio supera los 18 kilómetros”, se queja Josep Farré, un portavoz de los padres, que consideran un “agravio comparativo con familias que proceden de otro municipio”. Para continuar con la protesta, los padres y alumnos comerán y harán la clase mañana en la sede del organismo comarcal.

La escuela El Calderí, de Caldes de Montbui (Vallès Oriental) se ha despertado rodeada de tiendas de campaña. Es la forma que los padres han encontrado para reivindicar la construcción de la escuela, que actualmente está en barracones. Tampoco ha empezado con normalidad el colegio Bosc de la Pabordia de Girona, que lleva siete años en barracones. Hace pocos días recibieron nuevos módulos prefabricados de la escuela Pericot, que ha estrenado edificio. Padres y maestros han trabajado estos días codo con codo para pintar y colocar el material. No obstante, cuando los niños han llegado hoy todavía había cajas por medio, lavabos por instalar, la sala de profesores sin instalación eléctrica o el aula de informática sin montar. Este curso hay un total de 1.008 módulos prefabricados, 11 más que el curso pasado. Es la primera vez que sube la cifra después de tres años en descenso.

Unos 40 alumnos de  educación especial del Vallès Occidental, afectados por la huelga de ambulancias

Además, unos cuarenta alumnos de educación especial de centros del Vallès Occidental no han podido llegar a tiempo al colegio por la huelga de ambulancias, según ha apuntado la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, que ha elegido una escuela de la zona alta de Barcelona para inaugurar el curso, lejos de las escuelas, como la Antaviana, que el curso pasado dieron la alerta sobre la creciente pobreza infantil.

“Voy a pedir los papeles para solicitar la beca del comedor porque ahora no tengo trabajo y con tres hijos y sólo el sueldo de mi marido de 600 euros, a ver cómo me lo monto”, explica Joana Varela, una de las madres a la entrada de esta escuela del barrio Roquetas. El director, Francesc Freixanet, valora positivamente el incremento de 1,8 millones de euros de la dotación en becas comedor, pero alerta de que este curso “un gran problema va a ser el tema del material escolar”. Muchos colegios impulsan la reutilización de los libros o el pago en cuotas mensuales del material, que algunas familias apuntan que asciende a unos 130 euros en Primaria y casi 300 euros en Secundaria.

Información elaborada por Jessica Mouzo, Mercè Pérez, David Rodríguez, Marta R. Font e Ivanna Vallespín.

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