Operado con éxito el anciano que llevaba dos semanas con el fémur roto

Emilio García, el paciente de la Seguridad Social de 95 años que llevaba dos semanas sin ser operado a causa de la huelga de Povisa, fue intervenido con éxito ayer, 24 horas después de la desconvocatoria del paro en el hospital vigués. A García se le implantó una prótesis parcial en el fémur y se recupera satisfactoriamente. Según informaron los médicos a la familia, se espera que mañana comience a caminar y que se le dé el alta esta misma semana.

Los familiares del enfermo consideran que la intervención demuestra que el centro hospitalario “mintió” cuando el viernes pasado afirmó en un comunicado que la demora de la operación se debió “exclusivamente a las complicaciones previas de salud con las que ingresó”. “Es una patraña, si su caso no llega a aparecer en los periódicos no lo operan nunca”, lamentó su hija, Concepción García, quien considera “muy sospechoso” que los supuestos problemas de salud que arrastraba el paciente “desaparecieran en cuanto se desconvocó el paro”

Inmovilizado

La versión de que el retraso de la operación se debe exclusivamente a problemas previos de salud de Emilio García se contradice también con la que un portavoz del hospital facilitó un día antes del comunicado, cuando atribuyó el caso a los “raquíticos servicios mínimos de la huelga”. La operación llegó a programarse sucesivamente para los días 23 y 26 de agosto, y la familia cuenta con copias de los preceptivos permisos firmados para llevar a cabo la operación. La inmovilización forzosa a la fue sometido durante dos semanas provocó serias complicaciones en la salud del paciente, por cuya vida se temió.

Su familia solicitó que fuera derivado a cualquier otro hospital de la red pública, posibilidad que rechazó el centro concertado, que atiende a 150.000 pacientes del área sanitaria de Vigo mediante un concierto especial con el Sergas por el que recibe 75 millones de euros al año. Concepción García reclama que algo así “no se vuelva a repetir” y recuerda que su padre ingresó como paciente de la Seguridad Social, “que pagó puntualmente a lo largo de toda su vida”. “Hoy ha sido mi padre, pero otro día puede ser otra persona. No podemos llegar a estos extremos, mi padre ha pasado dos semanas inmovilizado en la cama de un hospital”, lamenta.