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La pugna de los ‘business friendly’

Cataluña y Madrid rivalizan para presentarse como la comunidad más atractiva Puig niega que haya una fuga de empresas por motivos fiscales y que Cataluña capta el triple de inversiones

Lluís Pellicer
El consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig.
El consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig.Carles Ribas

De "polémica del verano" calificó ayer el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, la tormenta que esta semana ha desatado el Gobierno de la Comunidad de Madrid al señalar poco menos que una fuga de empresas de Cataluña a su región por motivos fiscales y regulatorios. El Gobierno de Ignacio González (PP) atacó el lunes sacando pecho con un informe elaborado por la consultora Axesor a partir de datos del Registro Mercantil que apunta que un millar de empresas ha trasladado su sede de social a Madrid desde 2010. Puig respondió con otro estudio del Financial Times que encumbra a Cataluña como la segunda región europea que atrae más inversión extranjera tras el sureste de Inglaterra. “Triplicamos a Madrid”, aseguró Puig.

El presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentí Pich, resume lo que ha sucedido estos días. “Madrid lanza su carta de presentación a los altos patrimonios, a ejecutivos y a empresas. Y esta consiste en que hay una serie de tributos, como Patrimonio, Sucesiones y Donaciones o IRPF, que son más bajos. Y eso es una musiquilla que va calando”, afirma. En otras palabras, es un nuevo pulso entre dos comunidades por la etiqueta business friendly y por inversiones, como ya hicieron con EuroVegas.

El consejero de Economía de Madrid, Enrique Ossorio, atribuyó esa presunta fuga de empresas a las “políticas liberales” que lleva a cabo su Gobierno, las rebajas “selectivas y ordenadas de impuestos” y la “reducción de trabas burocráticas” para nuevos negocios. Esa es la interpretación de un estudio que la Comunidad se niega a difundir. Una portavoz de Axesor confirmó que la empresa lo realizó por encargo del Gobierno. Puig no negó ayer que se haya ido ese millar de empresas, pero consideró que lo hicieron atraídas por el efecto capitalidad.

Los impuestos

IRPF Una renta de 110.000 euros pagaría en Cataluña 188 euros más que Madrid pero 895 euros menos que Andalucía. Una de 600.000 euros pagaría 18.578 euros más que Madrid pero 2.300 euros menos que Andalucía, según el Registro de Economistas Asesores Fiscales

Impuesto de Patrimonio. Un patrimonio de 800.000 euros pagaría 776 euros más que Madrid. Uno de 15 millones de euros abonaría 297.464 euros más que Madrid pero 12.834 euros menos que Extremadura.

Donaciones Para una donación de 800.000 euros, se pagaría en Cataluña 56.000 euros. Eso son 54.000 euros más que en Madrid. En Andalucía la factura es de 208.159 euros.

Los empresarios catalanes quitan hierro a la salida de sociedades, aunque admiten que las condiciones fiscales y regulatorias de Madrid son más atractivas que las de Cataluña. No es raro que algunas empresas opten por tener su sede social en Madrid y su centro productivo en Barcelona. Un estudio de las catedráticas de la Universidad de Barcelona Núria Bosch y Marta Espasa señala que en Cataluña se generan 68.423 millones de euros en impuestos, pero se recaudan 60.373 millones. Esa diferencia, de 8.050 millones, corresponde al efecto sede de Madrid. El secretario general de la patronal Cecot, David Garrofé, asegura que ese millar de empresas no le parece excesivo. Garrofé recuerda que de las empresas que aterrizan en Madrid, cerca del 20% son catalanas, cifra muy similar al peso de la economía catalana en el conjunto de España. “Nuestra percepción es que no van por la fiscalidad, sino que se preparan para nuevos escenarios políticos. Es decir, para minimizar un posible boicot”, asegura.

Madrid ha sido la comunidad más activa de España en bajar impuestos propios o cedidos, e incluso eliminarlos. Y aunque sí ha habido una carrera fiscal entre comunidades para rebajar tributos, los expertos consultados ven complicado que se deslocalicen patrimonios.

La carrera fiscal de las comunidades empezó con el impuesto de Sucesiones y Donaciones, y Cataluña entró en ese juego primero en 2010 y después en 2011, cuando prácticamente eliminó el gravamen a las herencias, aunque el Gobierno de Mas ha anunciado que lo recuperará en 2014. El presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales, Antonio Durán-Sindreu asegura que la “competencia fiscal entre comunidades se ha de basar siempre la igualdad de servicios públicos prestados y, en definitiva, en igualdad de competencias autonómicas asumidas”. Durán-Sindreu señala que ha habido un “abuso” de la Ley Orgánica de la Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) y una “indiferencia del Gobierno al respecto”.

Esa carrera por bajar impuestos se ha acentuado por las medidas de austeridad. Cataluña, por ejemplo, ha rebajado el mínimo exento del impuesto de Patrimonio y ha aumentado sus tipos, mientras que Madrid no lo aplica al bonificarlo al 100%. El IRPF es otro ejemplo. Los tipos para las rentas más altas en Cataluña llegan al 56%, frente al 52% de Madrid. “No creo que ninguna empresa española se deslocalice hoy por temas fiscales. Pero sí es cierto que el marco actual favorece la deslocalización. Y eso es lo preocupante. Cataluña, con un IRPF de un 56%, incentiva la fuga de talento, y la fiscalidad sobre los inmuebles incentiva la inversión inmobiliaria en la comunidad de Madrid”, señala Durán-Sindreu.

El catedrático de la Universidad de Barcelona Albert Solé Ollé, recuerda que durante el boom inmobiliario sí se deslocalizaron algunas operaciones de compraventa inmobiliaria. Pero poco más. Solé Ollé recuerda que la eliminación de muchos tributos tiene más que ver con la ideología o con cuestiones electorales. “El PP cuando ha podido ha eliminado el impuesto de Sucesiones. Y no para competir, sino porque no le gusta, no encaja con su filosofía”, señala Solé Ollé, quien recuerda que la bajada también obedece, por ejemplo, a que Madrid está dispuesta a “privatizar su sanidad”. En cambio, el director del Instituto de Estudios Financieros, Josep Soler, considera que la competencia fiscal “no es mala”, aunque opina que apenas hay movilidad entre comunidades por motivos fiscales.

Pero si los expertos consultados convienen en que deslocalizar es complicado, sí admiten que la fiscalidad es un ingrediente más en la captación de nuevas inversiones. Ello se vio cuando ambas comunidades lucharon por EuroVegas, que finalmente se llevó Madrid. Aun así, cada autonomía presume de atraer más inversiones que la otra. La Comunidad de Madrid se agarra a los datos del Ministerio de Economía para exponer que acapara el 63,84% de las inversiones extranjeras que llegan a España, mientras que Cataluña usa informes de la consultora Ernst & Young y de Financial Times, que incluso sitúan a la comunidad en las primeras posiciones del continente.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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