De vacaciones en el campo de trabajo
La arqueología predomina en la oferta del IAJ, en la que participan jóvenes de todo el país
Al almeriense Adrián Suárez le ha sorprendido la riqueza patrimonial que ha encontrado en el yacimiento ibero-romano de Cástulo, en Linares (Jaén). “No lo conocía y me ha cautivado”, indica en un descanso del campo de trabajo en el que participa junto a otra veintena de jóvenes llegados de todo el país. A Adrián le ha traído a Cástulo su pasión por la arqueología (los créditos le vienen bien para acabar la carrera el próximo año), pero quiere romper mitos sobre esta actividad: “Aquí se viene a trabajar, aunque también hay tiempo para la convivencia”.
“Claro que saben a lo que vienen, porque no es fácil aguantar tantas horas de trabajo a 43 grados a la sombra”. Marcelo Castro, director del conjunto arqueológico de Cástulo, destaca la vocación y la ilusión mostrada por los participantes en este campo de trabajo. El de Cástulo es unas de las 17 actividades de este tipo que oferta este verano el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en toda la comunidad, con un claro predominio hacia la arqueología y la conservación del patrimonio.
Junto a los arqueólogos que participan en la tercera campaña de excavaciones de Cástulo, y los voluntarios de la asociación linarense 28 de Febrero, los participantes en este campo de trabajo se implican en las tareas excavación, documentación y caracterización, y en la recogida de material cerámico y de otra naturaleza. “Se acercan a la arqueología real, porque en esta disciplina hay mucho romanticismo”, señala Castro, muy esperanzado con los resultados de estas excavaciones para fortalecer la imagen de Cástulo. El año pasado, el descubrimiento del mosaico de Los Amores, fue reconocido por la revista National Geographic como uno de los diez descubrimientos más importante de 2012 a nivel mundial.
Este año el Instituto Andaluz de la Juventud ofrece más de 400 plazas en 17 campos de trabajo
Andalucía es actualmente una de las comunidades que más actividades de esta índole ofrece a los jóvenes. Este año son más de 400 plazas en 17 campos de trabajo. En la provincia de Jaén se han organizado otros dos además del de Cástulo. La última semana de julio se celebró uno en Baeza, con la participación de 18 jóvenes procedentes de diferentes provincias andaluzas y de Aragón y La Rioja, y que trabajaron en el acondicionamiento y mejora de entornos públicos de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
En Alcalá la Real se celebra también, hasta el 12 de agosto, el campo internacional Fortaleza de la Mota, con 20 jóvenes andaluces y de otras comunidades autónomas y países como Alemania, Reino Unido, Italia, Serbia y Turquía. De tipología arqueológica, los trabajos se están desarrollando en el espacio denominado Huerto de San Rafael, en una zona que sería el límite de la antigua ciudad amurallada en el entorno del arrabal viejo. Los jóvenes participan en la retirada de elementos vegetales y arquitectónicos dispersos o el registro de datos.
Parece como si la arqueología fuera el tema estrella de los campos de trabajo. De hecho, el IAJ también llevó a cabo en julio otro en el conjunto arqueológico de Santiponce sobre la realidad cultural de Itálica. Los jóvenes, también de varios países, llevaron a cabo tareas arqueológicas en este asentamiento romano. También en la provincia sevillana, en Osuna, destacó un campo de trabajo de ocio y tiempo para jóvenes con discapacidad y con actividades diarias de danzaterapia, natación adaptada o creación artística. Por último, en Cádiz se ha impartido un campo de trabajo sobre experiencias de intervención social e integración con personas con discapacidad psíquica y menores en riesgo de exclusión.
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