El fiscal del País Vasco pide sobreseer la causa contra ocho controladores aéreos
El Ministerio público cree que su acción fue resultado de la huelga en Madrid
Los ocho controladores aéreos del aeropuerto de Loiu imputados por la “huelga encubierta” de 2010 no cometieron “sedición” porque no ha quedado acreditado que su actuación fuera una acción concertada. De esta forma ha pedido este miércoles la Fiscalía vasca que se retire la imputación a estos trabajadores.
Los hechos se remontan a la huelga de controladores que tuvo lugar durante el puente de la Constitución hace tres años, que dejó en tierra a 600.000 pasajeros en toda la Península. En un principio el Ministerio público de Euskadi había pedido que estos trabajadores fueran juzgados por abandono de destino de un servicio público. Este delito conlleva una pena de prisión de uno a cuatro años e inhabilitación para el empleo entre seis y diez años. Tras la investigación la Fiscalía ha concluido que la suspensión de los vuelos de Bilbao fueron consecuencia de los paros de los controladores madrileños, y no de una organización coordinada entre los trabajadores vascos.
La petición no está relacionada con las diligencias judiciales abiertas contra controladores de otros lugares de España, como Madrid, Cataluña o Baleares.
El 3 de diciembre de 2010 se cancelaron 26 de los 144 vuelos previstos cuando los controladores abandonaron sus puestos a las 20.00 horas. De 18.000 viajeros que tenían que volar esa tarde desde Bizkaia, unos 3.000 se quedaron en tierra. En Vitoria se canceló un vuelo de pasajeros a Madrid, además de varios de carga que debían aterrizar. Al día siguiente fueron anulados otros 87 viajes de 90 en Loiu, y el domingo 5 uno más.
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