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“El maquinista decía: ‘Me quiero morir”

"Él iba con la cara ensangrentada y solo repetía que se quería morir, que no quería ver aquello"

Evaristo Iglesias, el hombre que ayudó a socorrer al maquinista justo después del accidente ferroviario de Santiago, José Francisco Garzón, recuerda que el operario solo repetía: "¡Me quiero morir, no quiero ver esto!".

Evaristo, vecino del barrio compostelano de Angrois, estaba en su casa, a apenas veinte metros de la vía dónde sucedió el accidente. Inmediatamente, se acercó a las vías, y fue quien socorrió al maquinista y lo acompañó al campo dónde se encontraba el resto de los heridos.

"Yo lo acompañé unos treinta o cuarenta metros", ha dicho en declaraciones a EFE, en las que ha explicado: "Él iba con la cara ensangrentada y solo repetía que se quería morir, que no quería ver aquello, y que hubiese sido mejor que le pasara a él".

Evaristo también ha manifestado que el maquinista reconoció "que venía con un poco de exceso de velocidad" y "que tenía que haber reducido". "La policía vino a por mí para declarar en la comisaría", ha indicado, por lo que se encuentra a la espera de que el juez lo cite.

Su recuerdo más recurrente -confiesa- es la gente, "gente muerta, gente herida, gente de todas las maneras". Su esposa, Pilar Monteiro, también se encontraba en la casa, justamente trabajando en la huerta con vistas directas al lugar accidente del tren, al que oyó llegar.

"Dije yo -agrega-, esto viene disparado, porque fue una cosa que lo ves, y fue un visto y no visto".

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