Sobre Ander

Adegi ha presentado denuncia en fiscalía contra el diputado foral de política social de Gipuzkoa, Ander Rodriguez. Podría realizar un análisis jurídico o incluso político de este hecho. Pero la verdad es que carecería de valor, por lo menos de mucho valor. La razón es la siguiente: soy compañero en Alternatiba del diputado foral de política social; con él he compartido además del trabajo de partido, el trabajo en Juntas Generales la pasada legislatura. Pero, sobre todo, soy amigo de Ander y como tal me precio de conocerlo aunque tratándose de quien se trata esta afirmación se convierte en un poco temeraria y aventurera.

Ander es un hombre que presenta una imagen severa, estricta, exigente y permítame decir, incluso borde. Es una imagen que él mismo cultiva pero la realidad es que quienes le conocemos sabemos que la severidad y la exigencia la reserva para él mismo y la “bordería” para sus amigos.Aunque le moleste que lo diga, Ander es un hombre tolerante con los defectos ajenos, no con los suyos e incluso cariñoso, sobre todo con los débiles (para él no existen los débiles sino las personas en situación de debilidad).

Por todo esto que digo, Ander tiene un acendrado sentido de la Justicia, sobre todo social, que en muchas ocasiones hace que carezca de cintura, cualidad que lo convierte en un político distinto. Esto último, sumado a que hacia el exterior cultiva esa imagen dura, hace que sus decisiones políticas y sus actuaciones como diputado foral no contengan ninguna gama de grises y por tanto, para quienes no las comparten, sean muy difícilmente asumibles. Ander es un hombre enamorado de su trabajo, convencido ahora y antes de ser diputado foral, de que puede cambiar el mundo en la medida en que en cada momento le corresponde. Sus frases y actos podrán interpretarse como amenazantes pero digan lo que digan los denunciantes o la fiscalía sabemos que con lo único que es capaz de amenazar Ander es con una caricia.