El arte también es cosa de niños

Érase una vez, un angelito que buscaba un lugar que fuese solo para él. Perdido y sin saber dónde hallarlo, daba vueltas de aquí para allá. Hasta que una noche de primavera, el olor a azahar le guió hasta el Museo de Bellas Artes de Sevilla. El angelito, de piel rosada y sin nombre —por el momento—, creyó haber encontrado su sitio. Así comienza Revuelo en el museo, el primer libro ilustrado infantil sobre este espacio cultural, una publicación de la arquitecta e ilustradora Marina García que busca financiación para poder volar hasta las librerías.

A través de obras como Retrato de Jorge Manuel, de El Greco, o Inmaculada Concepción, de Murillo, el libro busca convertirse en el primer contacto de los más pequeños con el museo sevillano. “Es un acercamiento lúdico, divertido y riguroso. El objetivo es despertarles el gusanillo por el arte, que se interesen por las obras y que cuando visiten el centro reconozcan los cuadros que aparecen en el libro”, explica la autora, quien puntualiza que la publicación reúne 42 obras, de las que se han extraído los personajes que dan vida a esta aventura. “Se han elegido los cuadros más representativos”, agrega García.

Pero Revuelo en el museo es más que un libro. “Al final de la publicación, los lectores podrán encontrar un desplegable con todas y cada una de las obras que aparecen, el nombre de su autor, su tamaño o su localización dentro del museo. Es una guía que les ayudará a no perderse”, explica la autora.

Para echar volar a este inquieto angelito, García se ha sumado a la moda del crowdfunding —sistema de financiación colectiva a través de la Red— con el objetivo de reunir los 5.500 euros necesarios. Según explica la ilustradora, realizar un libro de arte para niños es “muy arriesgado, y más siendo tan local”. “Ninguna de las editoriales con las que trabajo ha querido hacerse con el proyecto, por eso decidí auto editarlo”, cuenta la autora, quien apunta que sí ha contado con el apoyo del Museo de Bellas Artes de Sevilla y con una ayuda de la Junta de Andalucía. “Se consiga o no el dinero, el libro se publicará”, afirma.

Como toda campaña de crowdfunding, los micromecenas tendrán su recompensa. Desde aparecer en los créditos de agradecimiento, hacerse con camisetas y chapas o participar en talleres de manualidades en el museo. Pero la labor del colaborador no queda ahí. Le resta una última responsabilidad: elegir cómo se llamará el protagonista de la historia. “Todo el que quiera puede votarlo en nuestro blog. El objetivo es que el libro sea de y para todos”, agrega.