_
_
_
_

Desahuciados los inquilinos del mítico tablao Corral de la Pacheca

Los arrendatarios dejan más de un millón de euros de deuda, según los dueños El expediente para desalojarlos se inició en 2009

Pilar Álvarez
Interior del tablao del Corral de la Pacheca tras el lanzamiento.
Interior del tablao del Corral de la Pacheca tras el lanzamiento. Samuel Sánchez

Los inquilinos del Corral de la Pacheca, el mítico tablao flamenco de Madrid, han sido desahuciados. Una comisión judicial entregó ayer el local a los propietarios, una promotora inmobiliaria que compró el restaurante en 2008 y lleva más de cuatro litigando contra los arrendadores, a los que acusan de no pagar el alquiler casi desde el principio. Les atribuyen una deuda superior al millón de euros.

El restaurante, en funcionamiento hasta hace pocos días, parecía ayer un local fantasma. Había desaparecido el cartel del neón de la fachada y el letrero que prometía “flamenco con privilegio en Madrid” junto al portón de madera del tablao, abierto desde 1971. Tres de los cuatro socios propietarios accedieron ayer a mediodía al local con dos agentes de Policía Municipal y las representantes del juzgado y se llevaron un nuevo disgusto. El interior estaba arrasado. No había rastro de los cuadros de folclóricas, toros, rocieros y patios andaluces recogidos en el inventario del sitio, de 2.000 metros cuadrados. Tampoco estaba la fuente de la entrada, una de las columnas del tablao tenía los azulejos arrancados y en las cocinas faltaban muebles. “Han arrasado con todo”, repetía lamentándose uno de los propietarios.

El escenario estaba cubierto de escombros. “Esto es patrimonio, han acabado con el patrimonio”, se quejaba ayer otro dueño al teléfono dando paseos por el local. Sobre esas tablas, Lauren Postigo grabó a finales de la década de 1970 Cantares, un programa con actuaciones de flamenco y entrevistas con folclóricas de tronío: Lola Flores, una jovencísima Rocío Jurado que confesaba que nunca había pasado hambre pero sí “muchísima necesidad” o Concha Piquer, que le confesaba muy seria, tras anunciar su retirada, que solo accedería a volver a los escenarios “porque el mundo firmara la paz”.

Al lanzamiento del inmueble, en la calle de Pedro Muguruza, (Chamartín) acudieron los propietarios pero no los inquilinos, con los que este diario trató de contactar sin éxito. El de ayer fue el tercer intento de desahucio en tres años. El primer lanzamiento se fijó en mayo de 2010, tras una sentencia que resolvía el contrato de alquiler en diciembre de 2009 entre los propietarios, Promotora de Inversores Rialto, y los arrendadores, la empresa Hostelería y Flamenco El Corral de la Pacheca, que debían entonces 175.213 euros de alquiler, según el fallo judicial.

La promotora compró el local a finales de 2008 junto con otros ubicados en los bajos del mismo edificio, según explicó ayer Guzmán Fernández, uno de los abogados de la firma. Lo adquirieron con el inquilino, que pagaba 19.000 euros mensuales por el alquiler, además de comunidad, tasa de basura y el Impuesto de Bienes Inmueble (IBI). Los propietarios estiman que la deuda ronda el millón y medio de euros tras más de cuatro años de impagos.

Los inquilinos se aferraron a “argucias legales” como un traspaso o una querella para retrasar el desahucio, asegura Fernández. Los propietarios querían mantener la actividad y habían contactado con artistas y clientes interesados. Pero calculan que el estado del local, del que levantó acta la comisión judicial, retrasará su reapertura al menos hasta octubre. Y puede que ni siquiera puedan mantener su principal reclamo durante más de 40 años: su fama. Corren el riesgo de que no vuelva a ser nunca Corral de la Pacheca. “Han vendido hasta el nombre”, lamentó el abogado. En su web se avisa de que el tablao se “muda a una nueva dirección”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_