Comienza la reparación de los daños causados por las riadas en la Vall d'Aran
La reparación de la carretera C-28, la más afectada a la altura de Arties, durará unos tres meses
Las Administraciones central y autonómica se han puesto manos a la obra para reparar los desperfectos provocados por la riada del pasado martes en las infraestructuras viarias de la Vall d’Aran. La N-230, entre Vielha y la frontera francesa, y la C-28, de Vielha a Salardú, fueron las carreteras que sufrieron más estragos.
El Departamento de Territorio y Sostenibilidad iniciará mañana los trabajos para restablecer lo más pronto posible la circulación en ambos sentidos en la C-28 en el Aran, la L-500 en l’Alta Ribagorça y la C-147 en el Pallars Sobirà, las tres de su competencia. Unos destrozos que han sido valorados en 5 millones de euros.
Los equipos de conservación y mantenimiento del departamento trabajan en la adecuación de las vías afectadas y realizan las tareas preparatorias para que las obras de reparación puedan iniciarse mañana. Se calcula que la reparación de la C-28, la más afectada a la altura de la localidad de Arties, durará unos tres meses.
En todo el tramo afectado, de unos tres kilómetros, donde ahora existe un paso alternativo regulado con semáforos, los trabajos consistirán principalmente en la reconstrucción de muros y terraplenes y la reposición de la calzada, así como la restitución de los elementos de drenaje. Los plazos de ejecución están condicionados por la evolución de los niveles del caudal del río Garona.
En la C-147 ya se ha podido restablecer el tráfico en los dos sentidos en el tramo afectado por las riadas, en Isil, y en los próximos días se realizarán trabajos de acabado. En la L-500, a la altura de Llesp, se prevé que en dos semanas quedará normalizado el paso de vehículos. Las brigadas trabajarán incluso los fines de semana.
La reparación de N-230, de titularidad estatal, será la que presentará más complicaciones, ya que es la que ha sufrido destrozos de más envergadura entre Les y Bossòst
La reparación de N-230, de titularidad estatal, será la que presentará más complicaciones, ya que es la que ha sufrido destrozos de más envergadura, principalmente entre las localidades de Les y Bossòst, donde la riada se llevó tramos enteros de calzada.
El Ministerio de Fomento ya ha iniciado en este punto los trabajos previos con tres empresas constructoras que están realizando obras de asentamiento del terreno. Fomento no ha anunciado plazos ni el coste aproximado de las reparaciones.
Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), organismo responsable de la cuenca fluvial del Garona, ha cifrado en cuatro millones de euros el coste de la recuperación de los daños ocasionados en el cauce del río por la riada, en especial en los tramos que está canalizado a su paso por los núcleos urbanos de Arties, Vielha, Bossòs y Les.
Durante una visita a la zona, el presidente de la CHE, Xavier de Pedro, ha avanzado que con carácter de urgencia se reconstruirán los muros de protección en estas localidades, se retirarán las montañas de restos vegetales y gravas arrastrados durante la avenida.
En algunos tramos de río, el agua ha erosionado y arrastrado los terrenos de los márgenes, y en otros, los depósitos de sedimentos y vegetales han reducido la sección de desagüe del cauce y su capacidad de evacuación de las aguas. Las obras comenzarán cuando disminuya el caudal del río.
El Consorcio de Compensación de Seguros ha cifrado en 20 millones de euros los daños ocasionados por el desbordamiento del Garona en viviendas, comercios, industrias, turismos y propiedades particulares del Aran. La Asociación de Péritos de Seguros calcula que habrá unos 500 damnificados.
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