Hacia los siete siglos de autonomía fiscal

Hay quien sitúa en 1379, a partir de las Cortes de Burgos y debido a la vinculación de Bizkaia y Álava con la Corona de Castilla en los siglos XIII y XIV, el principal impulso al derecho fiscal propio de los territorios vascos. De entonces proceden las primeras referencias del denominado “pase foral”, y los privilegios de aportar tropas de manera voluntaria, en función de lo que decidiera cada señorío, y se reconoce que la recaudación de tributos, o rentas en su caso, es cosa de aquellos esquemas territoriales que ocupaban las tres provincias vascas. Pero historia no significa inmovilismo, sino todo lo contrario.

En los 634 años que han pasado desde entonces el respeto al marco autónomo ha evolucionado con altibajos, pero sobre todo cambiando las fórmulas de compensación hasta que finalmente nació el primer Concierto Económico, en 1878, como una solución para que Álava, Guipúzcoa y Vizcaya pagaran los impuestos al Estado tras la Tercera Guerra Carlista. Desde entonces el Concierto ha consolidad a Euskadi como una autoridad fiscal propia ante la autoridad territorial superior, hasta el punto de formar parte de la Constitución Española como un signo de reconocimiento a Euskadi y a los derechos forales históricos, pero eso si cambiando el concepto a lo largo de sus diferentes etapas. Se ha adaptado para sobrevivir. La primera etapa fue de 1878 a 1937, hasta la Guerra Civil española, después de la cual sólo quedó el Concierto alavés de 1937 a 1980, y finalmente el actual, el de la democracia que se restauró en 1981 y ha llegado hasta la actualidad con otras dos fases. De 1981 a 2002 fue la primera fase y a partir de esa fecha, y hasta ahora el Concierto actual.

“Aznar ha hecho en

En 1997 tras la llegada de José María Aznar al Gobierno se llevó a cabo un a nueva transformación al concertar nuevos impuestos y ampliar los criterios. El entonces presidente del PNV, Xabier Arzalluz dijo ese año que el PP “había hecho más en un año por el Estatuto que el PSOE en 20”. El PNV apoyó la investidura de Aznar a cambio de la ampliación del autogobierno y, sobre todo, del Concierto Económico. El acuerdo definitivo se selló en mayo de 1997 y reportó al Gobierno vasco la gestión en tributos de unos 763,28 millones de euros más.