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LABORAL

Finaliza el desahucio de la empresa Troquenor

Un centenar de empleados se encerraron hace más de un mes en su interior para evitar el desalojo

El País
Familiares y amigos de los trabajadores de la planta de Troquenor se enfrentan a la Ertzaintza para evitar el desalojo.
Familiares y amigos de los trabajadores de la planta de Troquenor se enfrentan a la Ertzaintza para evitar el desalojo.EFE

La Ertzaintza ha concluido el desalojo de los 70 trabajadores que llevaban encerrados en la empresa Troquenería del Norte tras una operación que ha durado tres horas. Pasadas las 10.30 horas, los agentes han comenzado a acceder a la nave donde los empleados llevaban encerrados desde el pasado 6 de mayo, cuando lograron abortar un primer intento de desahucio promovido por los propietarios del pabellón. 

Lo primero que ha hecho la Ertzaintza al llegar al lugar, ha sido retirar algunos muebles que los trabajadores habían colocado a modo de barricada. Después, han ido buscando a los empleados por el pabellón, ya que estaban escondidos entre la maquinaría y las oficinas de las instalaciones. "Nos han ido cogiendo uno a uno, han subido a la prensa a por nosotros y no nos hemos negado a bajar. Nos han llevado hasta el vestuario, nos han tenido 10 minutos y luego nos han sacado", ha relatado uno de los empleados al ser desalojado. De hecho, los trabajadores han actuado "con resistencia pacífica y sin enfrentarse a la policía", han asegurado.

El proceso de desahucio, no obstante, ha provocado momentos de tensión, sobre todo, cuando un grupo de personas ha intentado acceder al interior de la nave, además de recriminar a la comitiva judicial y a los ertzainas que lleven a cabo el desahucio. "Manos arriba, esto es un atraco", "Sinvergüenzas" o "Los Bretones, a los tiburones", han sido algunos de los gritos coreados contra los ejecutores del desalojo y de la familia propietaria de la nave. Dos agentes han tenido que ser atendidos por la ambulancia, así como uno de los trabajadores de la empresa, que ha sufrido una pequeña bajada de tensión al ser evacuado de la planta industrial.

Las primeras reacciones a lo sucedido no se han hecho esperar. Ha sido el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, quien ha reprochado al Gobierno vasco que su política industrial es "mandar a la Ertzaintza" a desahuciar empresas, a la par que ha aplaudido "la dignidad con la que los trabajadores están defendiendo sus puestos de trabajo". El presidente del comité de empresa, Jesús Alberto Llona, por su parte, ha expresado su malestar al ser "el primer caso de la historia en el que se desalojan a unos trabajadores de una empresa sin haberles despedido".

"Nos desalojan por 250.000 euros, cuando el empresario debe varios millones a la Seguridad Social y al Gobierno vasco. Primero que paguen lo que tienen que pagar y luego que nos desalojen. A ellos no les hacen pagar", se ha quejado Llona en declaraciones a los periodistas.

Según los miembros del comité de empresa, integrados por ELA, LAB y UGT, al propietario del pabellón, la familia Bretón, se le adeudan 250.000 euros en concepto de renta por pago del pabellón, y esta a su vez, debe siete millones de euros al Gobierno vasco, 3,6 millones a la Diputación Foral y siete millones a la Seguridad Social.

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La comitiva judicial, junto con uno de los dueños del pabellón, Jatsu Giménez Bretón, ha llegado al pabellón sobre las 9.45 horas, escoltada por numerosos agentes antidisturbios. Los miembros del comité de empresa, les esperaban con una pancarta en la que se leía: Gure lanposteuen defentsan. Ez itxi (En defensa de nuestros puestos de trabajo. No al cierre).

La diputación se reunirá con los trabajadores próximamente

Ilargi Izar de la Fuente

El portavoz foral Unai Rementería ha confirmado que representantes del Departamento de Promoción Económica se reunirán en los próximos días con los trabajadores de la empresa Troquelería del Norte. El portavoz, que ha querido mostrar su “solidaridad” por el “mal momento” que están pasando los empleados de la planta de Sondika, ha evitado pronunciarse sobre las deudas pendientes que la empresa tiene con la Hacienda foral “al tratarse de un contribuyente”, aunque desde el comité de empresa aseguran que la familia propietaria del pabellón adeuda 3,6 millones de euros al ente foral. Rementería ha apostado, eso sí, por “aunar esfuerzos” para que los empleados mantengan sus puestos de trabajo y a la reactivación de la actividad económica.

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