La Diputación mejora 1.152 viviendas de ancianos
El proyecto, de un millón de euros, contempla reformar las condiciones de habitabilidad y seguridad
“Me han cambiado la bañera por un plato de ducha. A pesar de que todavía puedo levantar las piernas, es mucho más cómodo”, explica Joan Giménez, de 83 años, uno de los beneficiarios del proyecto de arreglo de viviendas que impulsa la Diputación de Barcelona (DIBA) en colaboración con 80 municipios de la provincia.
En total 1.152 hogares de ancianos mejorarán sus condiciones de habitabilidad y seguridad este año. La inversión prevista es de un millón de euros. El 80% los aporta la DIBA y el 20% restante cada Ayuntamiento, que decide si asume en solitario el coste o también hace pagar una parte al destinatario. “Yo no he pagado ni un duro”, asegura Giménez, que vive en L’Hospitalet; “ni un café quisieron tomar los paletas”. Este municipio ya ha adaptado 33 viviendas, 12 en 2012, de las 94 previstas para este año.
“A un coste reducido se logra un elevado beneficio”, asegura Montse Brugarolas, trabajadora social del Ayuntamiento de Manresa. “Atendemos a un colectivo que no puede obtener otros recursos. Con un gasto medio de 1.500 euros por vivienda damos mayor autonomía a las personas y evitamos que entren en residencias”. Manresa ha realizado 14 de las 16 adaptaciones previstas para este año y 10 beneficiarios están en lista de espera.
“A un coste reducido se logra un elevado beneficio”, asegura Montse Brugarolas, trabajadora social del Ayuntamiento de Manresa
La UTE AIA-Fundosa se encarga de la valoración sobre qué se puede adaptar en cada vivienda. La constructora Clece ejecuta las reformas. El programa obliga a hacer los cambios en dos días. Los requisitos para acogerse a la reforma: ser mayor de 65 años en situación de vulnerabilidad, dependencia (no hace falta tenerla reconocida) o discapacidad. Las reformas que se incluyen: adaptación del baño o la cocina (cambiar la placa de gas por una eléctrica), transformar las puertas para permitir el paso de sillas de ruedas, la colocación de rampas o barras, o modificar la altura de los interfonos.
A Maria Pujol también le han arreglado el baño, que ahora es una ducha con barras a ambos lados para que se pueda agarrar cómodamente. La anciana, de 83 años, tiene alzhéimer y ya no se vale por sí misma. Vive con su hijo y nuera, ambos en paro. “Es fantástico. Llevábamos dos años esperando, mi madre ya no puede levantar ni los pies y hace un mes que tenemos nueva ducha”, asegura el hijo.
Diez municipios empezaron las obras en mayo, entre ellos Montmeló, Sant Pere de Ribes o Torrelavid . Otros nueve a mediados de abril, como Manresa o Tiana. El resto de reformas previstas se ejecutarán a lo largo del año.
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