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El exalcalde de Ourense se siente víctima de un “juicio general”

Francisco Rodríguez vuelve a declarar como imputado en la Operación Pokémon junto a su pareja

Francisco Rodríguez llegando a los juzgados.
Francisco Rodríguez llegando a los juzgados.ELISEO TRIGO (EFE)

Nueve meses después de ser detenido en la Operación Pokémon y de dimitir bajo presión de su propio partido, el anterior alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, volvió ayer a verse las caras en Lugo con la juez Pilar de Lara, instructora del caso. Rodríguez declaró esta vez junto a su pareja, imputados ambos por un presunto delito de blanqueo de capitales, cargos que se unen a los de cohecho y tráfico de influencias que pesan contra él desde su detención en este caso de supuesto amaño de adjudicaciones públicas en varios municipios gallegos.

 Después de tres horas de exhaustivo interrogatorio, Rodríguez proclamó su inocencia ante los periodistas y reclamó a la magistrada que levante cuando antes el secreto del sumario. “Le expresé a la juez que estoy deseando saber cuáles son los motivos y las causas por las que se me acusa porque si no es muy difícil la defensa. En ese sentido le pedí que cuanto antes pueda saber la acusación verdadera porque si no esto parece más bien un juicio general sobre toda mi vida que sobre un caso concreto”, afirmó Rodríguez.

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La mayoría de las defensas —y la del exalcalde tampoco fue ayer una excepción— llevan tiempo insistiendo a De Lara en que la prolongación del secreto del sumario está provocando la indefensión de los acusados. Los abogados del alcalde de Lugo, el también socialista Xosé López Orzco, igualmente imputado en el caso, incluso han ido más lejos y han pedido que la juez declare como testigo para explicar las filtraciones del sumario judicial.

Rodríguez estuvo tres horas contestando a las preguntas de De Lara. Esta, según fuentes jurídicas, se extendió para conocer detalles de los movimientos de sus cuentas bancarias, incluidos ingresos de pequeñas cantidades de dinero, remontándose hasta varios años atrás. También volvió a interrogarle sobre recomendaciones de Rodríguez a empresas adjudicatarias de servicios del Ayuntamiento para que contratasen a determinadas personas. Tras el exalcalde, declaró su compañera sentimental durante una hora y media.

Rodríguez explicó luego a los medios de comunicación que le resulta “muy difícil” entender` por qué se le acusa de blanqueo de capitales. “Yo no tengo el perfil de eso. Tengo unas propiedades que conoce todo el mundo y que son, por cierto, escasas. Todo es fruto de mi salario, de muchos años de trabajo”, apuntó. Dijo que desconocía los motivos por los que fue imputada su compañera sentimental — “será porque comparte el lecho conmigo”— y abundó sobre las propiedades de la pareja: “Lo que tiene Mercedes es de hace 25 años, cuando ni la conocía ni la esperaba. Y lo mío es un piso con 35 años de hipoteca y un coche con 11 años. Y ese es mi patrimonio. Del resto, las cuentas casi siempre en color rojo y no blanco”.

Rodríguez lamentó que su detención el pasado septiembre le forzase a dimitir, lo que a su juicio colisiona con la voluntad democrática de los votantes: “Eso afectó a la expresión libre y democrática de una ciudad de ciento y pico mil habitantes que en aquel momento mostró el apoyo, no a un alcalde sino a un equipo de gobierno que estaba en buena sintonía con la ciudad”. Rodríguez señaló que en los últimos meses ha recibido muestras de apoyo de muchos ciudadanos, a los que envió un mensaje: “He cometido errores, pero nunca conculqué la legalidad y soy esa persona en la que ellos confiaron”.

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