Dos meses de un matadero sin carne

Un día laborable y las cintas no funcionan, los frigoríficos están apagados, no se oye nada, no huele a nada. El matadero de Mercasevilla está vacío. No funciona desde abril, cuando lo clausuraron tras una inspección sanitaria de la Unión Europea. Se obligó a su propietaria, la empresa Gesesur2, a instalar unos paneles en algunas cámaras de conservación de carne. A los diez días, ya estaban colocados, pero a la empresa se le ha abierto un segundo expediente: hay un desfase de un 10% entre el número de caballos controlados por los veterinarios públicos y los sacrificados por la empresa, lo que supondría más de 1.600 équidos matados sin haber pasado controles sanitarios.

El delegado municipal de Economía y Empleo, Gregorio Serrano, anunció la semana pasada que estos resultados se han enviado a los inspectores europeos y a la fiscalía para que dilucide de dónde proviene el desfase. "Después de una investigación veterinaria, se nos pidió un informe de trazabilidad, una comprobación de la que surgió el descuadre", declaró el edil. "Ahora queremos que la fiscalía investigue si se ha podido cometer un delito contra la salud pública", añadió.

Carmen Olía, propietaria de Gesesur2, defiende que en su matadero no se ha sacrificado a ningún caballo sin pasar los controles sanitarios. "Los veterinarios están aquí todo el horario de matanza. Toda la carne ha salido etiquetada, sellada y reseñada", asegura. "He entregado a los inspectores la documentación que me han pedido. Todo y más", incide Olía. "Por aquí no ha pasado ningún caballo sin un veterinario delante", dice señalando los carriles que llevan al animal a las cámaras frigoríficas. "Ninguno", repite.

Los casos del fraude al consumo provocados por la introducción de carne de caballo en hamburguesas y otros productos cárnicos han sido el detonante para que las inspecciones a estas instalaciones se multipliquen de orden de la UE. "Nosotros estamos más que acostumbrados a las inspecciones, una vez llegamos a tener hasta tres el mismo día", cuenta Carmen. "Y nunca, en 17 años, hemos tenido problemas graves".

En 2012, Gesesur2 registró cerca de 12.900 sacrificios. Las cifras de la empresa son más del doble de lo que se sacrificó en todos los mataderos andaluces en 2011, que fueron 5.189 equinos, según datos de la Consejería de Agricultura. "La crisis ha provocado que sus dueños no tengan recursos para mantenerlos, por lo que deciden matarlos", explica Carmen, en cuyo matadero cuesta sacrificarlos alrededor de 30 euros.

Los expedientes Gesesur2 coinciden con la decisión municipal de liberalizar la lonja de pescado de Mercasevilla. "Está demostrado que no es lo mismo que las tareas de Mercasevilla se asuman desde una administración pública a que recaigan en una empresa privada, con más interés en obtener beneficios", defiende la portavoz adjunta de IU en el Ayuntamiento, Josefa Medrano.

"Ya advertimos de que la privatización de servicios de Mercasevilla durante la alcaldía de Soledad Becerril (1995-1999) podría traer problemas. Esperamos que ahora no ocurra lo mismo con el pescado", reclama el presidente del comité de empresa, Rafael Domínguez, de CC OO. La liberalización de la lonja supone un ERE para casi 100 trabajadores.

Los 30 empleados de Gesesur2 también temen por su futuro. "Necesitamos retomar la actividad. Casi todos tenemos más de 50 años y es muy difícil que encontremos otra salida", cuenta el representante de los trabajadores de Gesesur. Pero hasta que la fiscalía no se pronuncie con respecto al desfase de datos, el matadero permanecerá cerrado.