La revolución en una frase

El libro Escritos en las paredes. Indignados, de Mayo del 68 al 15-M es una recopilación de 500 aforismos. Frases que ilustran desde las intenciones, al tono y las diversas reivindicaciones con las que los jóvenes parisinos salieron a la calle en 1968 y las razones que arrojaron a miles de personas a manifestarse en España en contra de la clase política y financiera y la reivindicación de derechos sociales. El periodista catalán Nil Ventós Corominas (Port de la Selva, 1989) firma la obra, que ayer fue presentada en San Sebastián.

Más de 40 años distan entre unas protestas y otras y las diferencias, como detalló el autor, son notables. La justificación de la violencia para lograr la revolución o los cambios demandados no encontró hueco en las consignas del 15-M, por ejemplo, mientras que los jóvenes del 68 defendieron, según el periodista, la idea de conseguir el triunfo de la revuelta fuera como fuera.

Tampoco las demandas entre unos y otros guardan demasiadas similitudes. Mientras el 15-M cargó contra un sistema político que considera alejado y fuera de la realidad social, contra la crisis y sus causantes, y contra la cada vez mayor merma de conquistas sociales, Mayo del 68 abogó, entre otras cosas, por la liberación sexual.

"No hay pan para tanto chorizo" es una de las consignas que se extendieron y reprodujeron en cada una de las manifestaciones que se sucedieron en España y que el periodista remarca dentro de su obra. Frases ingeniosas, sencillas y directas que dibujan el sentir de un movimiento "que supo recoger el estado de ánimo de muchos españoles, que pedían manifestarse contra este sistema que nos está llevando a la nada absoluta", recordó el periodista, y que algunas perdurarán en la memoria y en la historia, augura el autor, al igual que el "prohibido prohibir" del 68.

Ventós Corominas traza en su obra, editada por Caligraf, una pequeña editorial catalana, una clasificación de los afarosimos por temáticas (política, economía, autorreferenciales, alentadoras...). Un trabajo para el que el autor buceó en la hemoroteca y en las redes sociales y en los documentos que generó el propio 15-M, como actas de asambleas.