Renfe plantea que solo Vigo-A Coruña y Santiago-Ourense tengan tren regional
Decenas de poblaciones pueden quedar sin servicio en el resto de líneas
El Ministerio de Fomento estudia desde hace meses cómo rebajar el coste de las líneas de tren deficitarias de toda España, que son la gran mayoría. Para ello encargó una auditoría a la empresa de ingeniería Ineco, que ha analizado los 120 servicios regionales o interregionales, que tienen paradas en las estaciones o apeaderos más pequeños, dejando al margen la larga distancia y el AVE. El informe recomienda que en Galicia se mantengan trenes regionales exclusivamente en las líneas A Coruña-Vigo y Santiago-Ourense. El resto serían atendidas solo por los trenes de larga distancia, que no paran en todas las estaciones, o por el autobús, que la Xunta tendría que reforzar.
El informe de Ineco analiza ingresos, gastos u ocupación para clasificar las líneas y proponer que se mantengan 71 más o menos eficientes (en Galicia las citadas A Coruña-Vigo y Santiago-Ourense). Por contra, plantea suprimir 49 “ineficientes”, con una ocupación por debajo del 15%, entre ellas las interregionales Ourense-Puebla de Sanabria y Ourense-Monforte-Ponferrada y las regionales A Coruña-Ferrol, A Coruña-Lugo-Monforte y Vigo-Ourense. Pero incluso dentro de las líneas que se salvarían se plantea también la necesidad de recortar servicios, especialmente entre Pontevedra y Vigo, unidas hoy por una veintena de trenes al día, lo que hace que alguno presente baja ocupación.
En Galicia, la línea peor parada es Ourense-Puebla de Sanabria, “altamente ineficiente”, con solo un tren en cada sentido al día ocupado apenas por un promedio de 12 viajeros, lo que supone pérdidas anuales de 900.000 euros. Ineco propone su supresión a cambio de “una expedición suplementaria diaria en la línea de autobuses existente y adecuando su horario para cubrir el servicio ferroviario actual”. Ese bus hace ahora solo un viaje diario en cada sentido y circula por la autovía A-52, muy alejado de estaciones por las que pasa el regional, como Baños de Molgas, Laza o Castrelo do Val, que cerrarían ya que los trenes de larga distancia no paran en ellas.
En las líneas A Coruña-Ferrol y A Coruña-Lugo-Monforte, con un 14% de ocupación, dada “la existencia de una oferta alternativa muy importante de transporte regular de viajeros por carretera, se propone en principio la supresión de ambos servicios ferroviarios regionales en el marco de una reordenación de los servicios ferroviarios de media distancia en el corredor”. Ineco apuesta por mantener algunos enlaces al campus de Elviña, evaluar las conexiones de Ferrol cuando llegue allí el nuevo Eje Atlántico de alta velocidad y aprovechar los trenes de largo recorrido para dar servicio “con tarifas superiores”.
Entre Vigo y Ourense, el informe dice que “existe una oferta alternativa de autobuses muy abundante, con mejores tiempos de viaje y tarifas más bajas” y que “por ello se propone la supresión de los servicios ferroviarios regionales”, lo que no tiene en cuenta que el autocar circula por la A-52, muy lejos de las estaciones de la orilla del Miño, en las que tampoco paran los trenes de larga distancia. Aunque luego abre la puerta a, “en su caso”, mantener algún servicio por el Miño, pero no por su uso entre Vigo y Ourense (Renfe promociona su conexión a través de Sanitago) sino como parte del corredor Vigo-León.
El estudio concluye que “la supresión podrá llevarse a cabo global o progresivamente”, lo que depende de la implantación de medios de transporte alternativos, para lo que Fomento deberá negociar con las Comunidades Autónomas. La Xunta ya estudia ese informe y hace unos días el director general de Mobilidade, Miguel Rodríguez Bugarín, justificaba en el Parlamento que al Gobierno gallego le saldría mejor pagar un taxi a cada usuario de la línea Ourense-Sanabria.
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