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Mas da por finiquitada la negociación sobre el objetivo de déficit para este año

Mas-Colell, que sopesa prorrogar el Presupuesto, esperará la decisión de Montoro

Lluís Pellicer
El presidente catalán, Artur Mas,iz., conversa con el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell.
El presidente catalán, Artur Mas,iz., conversa con el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell.TONI GARRIGA (EFE)

Cataluña no solo llegará al ecuador del año sin unos Presupuestos, sino que la posibilidad de que, por primera vez y en plena recesión, la Generalitat no disponga este año de esa ley es ahora la opción más realista. El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, constató el viernes pasado de boca del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que no será hasta junio cuando el Gobierno fije un objetivo de déficit para Cataluña que no estará por encima del 2% del Producto Interior Bruto (PIB), como le pedía la Generalitat. Y a su vez, Esquerra Republicana sigue reservándose su apoyo a unas cuentas que contendrán unos recortes mínimos de 1.800 millones de euros. Ante ese callejón, Mas-Colell ha decidido adaptar la prórroga presupuestaria decretada en enero para que, en lugar de un objetivo del 0,7% del PIB, prevea un desfase del 1,2%.

El Ejecutivo catalán ha optado por dar por finiquitada la negociación sobre el objetivo de déficit que debe cumplir este año. La visita, el pasado viernes, a Barcelona del presidente Mariano Rajoy y los ministros Montoro y Luis de Guindos no supusieron un avance en las negociaciones entre ambos Ejecutivos por el déficit que autorizará —y financiará— el Gobierno, pero sí permitió que el Ejecutivo de Mas realizara varias constataciones. La primera, que los objetivos serán asimétricos, es decir, que se fijarán dependiendo del punto de partida y de cada comunidad. Eso fue lo que dijo Montoro el viernes a los empresarios con los que se reunió.

La segunda certidumbre fue que la decisión de fijar un objetivo a cada comunidad acarrearía una guerra dentro del propio PP: las autonomías que el año pasado cumplieron, con Extremadura y Madrid a la cabeza, enfrentadas a las que no lo hicieron, entre las que están la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares. Montoro trasladó a Mas-Colell que, en todo caso, no se fijarán objetivos hasta que no haya una confirmación del objetivo del 6,3% del PIB para el conjunto del sector público español por parte de Bruselas, lo cual no sucederá hasta el próximo día 29. “Nos gustaría que fuera ya, pero tardará como mínimo hasta junio”, dijo en una entrevista en TV3.

Tras el encuentro del viernes, Mas-Colell decidió cerrar las negociaciones por el déficit. “A nivel técnico hablamos desde la consejería y el ministerio cada día. Además de estas negociaciones hay los temas de tesorería. Pero lo esencial, la negociación, está hecha y estamos a la espera de la cifra”, aseguró el consejero. La tardanza pone en aprietos a la Generalitat, puesto que le complica la posibilidad de presentar y aprobar unos Presupuestos antes de que el Parlamento catalán cierre por vacaciones en agosto.

Esquerra se reserva su apoyo a las cuentas si el déficit es inferior al 2%

Pero Montoro no es el único obstáculo que tiene CiU para sacar adelante sus cuentas. Su socio parlamentario tampoco está dispuesto a apoyar unos presupuestos que requerirán un ajuste de entre 1.800 y 3.400 millones que, además, deberá llevarse a cabo prácticamente todo a través recortes de gasto en todos los departamentos, puesto que ya no queda tiempo para implementar —y recaudar— nuevos impuestos.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ayer afirmó que no garantiza el apoyo a los Presupuestos porque sería “una locura” aprobar unas cuentas que no sabe “si se podrán cumplir”. Aunque la idea disgusta a Mas-Colell, este ha asumido que la prórroga es una posibilidad muy realista. “Será un año difícil y terrible. Y lo será tanto si hay como si no hay presupuestos”, dijo. El secretario general de Unió, Josep Maria Pelegrí, fue más allá y advirtió de que el Gobierno “ni quiere ni puede” presentar unos Presupuestos si el Estado no autoriza un objetivo por encima del 2% y si no tiene apoyos parlamentarios suficientes para aprobarlos.

La oposición dio por hecho que CiU no conseguirá los votos necesarios en el Parlament. El portavoz del PSC, Jaume Collboni, interpretó el no de ERC como una “sentencia de muerte” del pacto entre las dos formaciones nacionalistas, mientras que la líder del PP, Alícia Sánchez-Camacho, se jactó de que Esquerra “deje colgado” al Ejecutivo de Mas.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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