El PP sopesa la idea del congreso para evitar la imagen del ‘dedazo’

El PP vasco arranca esta semana decisiva para la proclamación de Arantza Quiroga como sustituta de Antonio Basagoiti en la presidencia envuelto en la duda silenciosa sobre el método más idóneo para visualizar este significativo relevo de poder. Una corriente mayoritaria entiende que el consenso alcanzado entre el núcleo duro de los tres líderes territoriales y su consiguiente ratificación en una junta directiva regional es garantía estatutaria suficiente para la designación de Quiroga. Sin embargo, existe otra corriente interna que valora como “conveniente y necesaria” la celebración de un congreso extraordinario a corto o medio plazo para evitar así que se proyecte “la sensación de que ha habido un dedazo”, admitieron ayer fuentes del PP vasco. Inicialmente, el propio Basagoiti valoró ambas alternativas para la proclamación de Quiroga, admitiendo, de pasos, sus respectivos inconvenientes.

De manera formal, la idea más idónea sería la convocatoria de un congreso extraordinario, aunque su proceso de ejecución necesitaría de unos plazos que alargaría en exceso su celebración, posiblemente a medias del próximo mes de julio. Así, una vez que la propuesta fuera aceptada en una junta regional se abriría un período nunca inferior a 45 días para la convocatoria del congreso y la fecha resultante colisionaría con los ritmos que el propio Basagoiti ha dispuesto para su período de adaptación a su nueva vida en México. Descartada así por la corriente mayoritaria la opción del congreso extraordinario a corto plazo, valdrá la ratificación del nombramiento de Quiroga por una junta regional extraordinaria del PP vasco, cuya fecha saldrá de la reunión prevista para mañana y a la que acudirán los 90 principales representantes.

Basagoiti explica hoy

En la reunión de mañana se dará cuenta de los acuerdos adoptados en las juntas territoriales que se celebrarán hoy en cada uno de los tres territorios y a donde se trasladará, a su vez, el consenso alcanzado el pasado viernes por los tres secretarios generales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa en favor de que Quiroga e Iñaki Oyarzábal formen a partir de ahora el nuevo tándem de la dirección del PP vasco. En la junta regional de mañana está previsto que el propio presidente Basagoiti detalle las razones de su decisión personal y política de abandonar el cargo. Según las primeras estimaciones del partido, la junta regional extraordinaria para la proclamación de Quiroga podría celebrarse en un plazo nunca superior a mes y medio.

Pero precisamente esta fórmula para la designación de la nueva presidenta causa ciertas reticencias en un significativo sector de los populares, al margen, por supuesto, del postulado interesado que viene haciendo Santiago Abascal en favor de un congreso para así disponer de una plataforma habida cuenta del mínimo respaldo del que dispone actualmente en el partido. Quienes reclaman un congreso extraordinario entienden que “nos permitiría un mayor espaldarazo para Arantza Quiroga y evitaría la crítica de que todo responde a un dedazo desde dentro”. Eso sí, en ningún caso quienes plantean la conveniencia de un congreso cuestionan la idoneidad de la futura presidencia, sino que lo justifican en función de “la imagen que proyectamos a la sociedad”, añaden entre quienes lo entienden como “necesario”.

No obstante, aunque la posibilidad de este congreso extraordinario se antoja muy debilitada —hace un año se celebró el ordinario—, es evidente que se va a asistir a un debate sobre su viabilidad en las reuniones internas que el PP vasco aborda hoy y mañana. Con todo, la corriente mayoritaria sitúa la posibilidad de un congreso “no ahora”, sino “en torno a las elecciones municipales” habida cuenta de que supondrá la primera prueba de fuego para la etapa de Quiroga y donde el PP tiene que determinar algunas decisiones trascendentes como ocurre con la designación de la cabeza de lista al Ayuntamiento de Bilbao.