Urkullu solicitará a las Diputaciones que aporten dinero a su nuevo plan

Se busca “avanzar en el camino ya recorrido y en propuestas ya planteadas”. La frase es del portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, y resume lo que en los próximos días el lehendakari Iñigo Urkullu intentará lograr con los responsables de las tres Diputaciones, a Eudel y a los líderes de los partidos.

El portavoz aseguró ayer tras el Consejo de Gobierno, y en vísperas del encuentro de Urkullu con los responsables institucionales que hoy se celebrará en Ajuria Enea, que el Ejecutivo busca que el resto de instituciones vascas se impliquen en su paquete de medidas anticrisis. El objetivo: que su colaboración genere un “efecto multiplicador” en los esfuerzos para la reactivación económica y el empleo.

Erkoreka no se salió del guión: en el orden del día se recogen las seis propuestas, tres de ellas fondos para la reactivación económica, el empleo y el apoyo a los emprendedores, una reforma fiscal, un plan de lucha contra el fraude y un plan de redimensionamiento de la administración pública. Todas las medidas, salvo el fondo extraordinario para la reactivación económica, de 200 millones, ya estaban recogidas en el documento de mínimos extendido por el lehendakari a los grupos para evitar el fracaso presupuestario y calificado como “insuficiente” por la mayoría de sus portavoces. La reunión con los partidos, la más complicada, sigue sin fecha, pero Erkoreka insistió en sus críticas hacia el PSE, al que no citó expresamente pero volvió a acusar de alejarse cuando el Gobierno intenta un acercamiento.

Los tres fondos contarán con una aportación de 245 millones de euros del Ejecutivo, cantidad toda ella sujeta a la relajación del objetivo de déficit que no se confirmará hasta el 29 de mayo en Bruselas y que después habrá que negociar con el Gobierno central —para pasar del 0,7% de límite al 1,2% que Madrid baraja para las comunidades—. Ayer mismo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió a las autonomías que cumplieron con su objetivo de déficit en 2012, entre ellas Euskadi, que tengan una “dosis de generosidad” hacia aquellas que no lo lograron, algo que invita a pensar que es posible que el reparto no sea equitativo entre comunidades.

Pese a que el margen de maniobra está aún sin confirmar —el 1,2% supondría a Euskadi poder endeudarse 330 millones más—, el Gobierno vasco quiere trabajar ya en la definición de los fondos. Esa colaboración estaría condicionada, señaló Erkoreka, por la disposición política de los diputados generales y de la situación económica de las arcas forales que, a tenor de las cifras, han tenido mejores momentos.

Las Diputaciones se mostraron ayer dispuestas a escuchar, pero las reticencias son claras. Un gesto lo demuestra: para el fondo de solidaridad para el empleo, de 40 millones de euros, recogido en el plan de empleo de Urkullu, el lehendakari remitió su plan y su petición de colaboración a los entes forales. Solo una Diputación, la de Bizkaia, ha respondido desde el 18 de marzo.

Urkullu aspira a salir del encuentro de mañana con un “diagnóstico compartido” sobre la situación actual. Un análisis que, a tenor de las ruedas de prensa que Erkoreka realizó al término de los encuentros del lehendakari con cada diputado general en enero, es compartido desde entonces.