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Lasquetty llama “parodia” a la consulta popular sobre la sanidad pública

La Comunidad de Madrid cifra en el 5,26% el seguimiento de la huelga Los sindicatos elevan el respaldo a un 60% de los trabajadores 75.000 trabajadores de los hospitales y centros de salud, llamados al primero de cinco paros

Elena G. Sevillano

El consejero de Sanidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha tildado de "parodia" la consulta popular sobre la sanidad pública que distintos colectivos han organizado para que la ciudadanía opine acerca de los planes de privatización del Gobierno regional y en la que, según los organizadores, llevan recogidos 215.972 votos en 405 mesas. Lo ha hecho durante una rueda de prensa convocada esta mañana, coincidiendo con la primera de cinco jornadas de huelga (una cada semana) a la que están llamados los 75.000 trabajadores, sanitarios y no sanitarios, de los hospitales y centros de salud madrileños en protesta por la aprobación de los pliegos del concurso que entregará la gestión de seis hospitales a empresas privadas.

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El paro empezó ayer a las diez de la noche y se prolonga hasta las diez de hoy. "El seguimiento [el paro en los turnos de noche y de mañana] ha sido muy bajo, del 6,4%", ha asegurado. "Es la cifra más baja desde que comenzaron las huelgas y me parece lógico, puesto que la Consejería de Sanidad ha ido acogiendo y dando respuesta a las principales preocupaciones de los profesionales", ha añadido. Por la tarde, Sanidad ha cifrado en el 5,26% el seguimiento global de la huelga, un 6,42% en el turno de mañana y un 3,74% en el turno de tarde.

Por su parte, el sindicato Amyts —uno de los convocantes de la huelga— ha cifrado en un 60% el respaldo de los trabajadores y ha subrayado que no esperan para hoy "un seguimiento masivo" y que la intención no es "entrar en una guerra cifras" con la consejería. Se trata de dar "un toque de atención" a Sanidad para que sea consciente "del rechazo a las medidas privatizadoras que ha adoptado de manera unilateral y sin contar con los usuarios"

A la pregunta de si algún colectivo profesional, sociedad científica o sindicato ha cambiado de opinión respecto a la inicial oposición en bloque a sus planes, Lasquetty ha asegurado: "En privado le puedo asegurar que bastantes". El consejero había convocado a los medios de comunicación para hablar de las ecografías en atención primaria, pero ninguna de las preguntas ha versado sobre esa cuestión. Respecto a la jubilación de varios centenares de médicos, comunicada minutos antes de un largo puente y con efectos prácticamente inmediatos, Lasquetty ha justificado que la medida de prescindir de los facultativos de más de 65 años se anunció el 31 de octubre pasado (junto con el euro por receta y la privatización de seis hospitales y 27 centros de salud, entre otras medidas) y que los afectados, por tanto, no pueden considerarse sorprendidos.

El consejero también ha defendido las formas empleadas para comunicar la marcha de los médicos, que fueron llamados a las gerencias o los departamentos de personal con urgencia, hicieron cola frente a las puertas, y recogieron una resolución administrativa que daba por finalizada su etapa en la sanidad pública (en la privada no hay edad máxima de jubilación). "Comprendo que no es el lenguaje más afectuoso", ha señalado Lasquetty. "Lamento profundamente si hay médicos que se hayan sentido ofendidos", ha añadido.

Tras el baile de cifras de afectados por la jubilación masiva, Lasquetty, a preguntas de los medios, ha asegurado que 585 profesionales solicitaron continuar hasta los 70 años (la mayoría podían hacerlo hasta ahora). De esta cifra, se ha prolongado el servicio a 177, mientras que a 367 se les ha denegado, y hay 41 "pendientes de aportar documentación". A esos números aún habría que sumar a 132 especialistas que estaban en prolongación de servicio, es decir, con prórroga concedida, y que no renovaron su solicitud, por lo que "renunciaron a seguir", según Lasquetty.

Vigilia por la sanidad, anoche frente al museo Reina SofíaFoto: atlas

El consejero ha reconocido que en algunos hospitales no se ha permitido instalar las urnas para votar en la consulta popular. "Igual que no se privatizan los hospitales, tampoco se permite que nadie se apropie de un hall para hacer propaganda de sus ideas", ha afirmado, y ha insistido en que "eso que llaman consulta" es "una parodia de elementos estructurales de una democracia" y un intento de "revestirse de la legitimidad de la democracia". A la apreciación de que para votar hay que dar el número de DNI y firmar, el consejero ha preguntado retóricamente: "¿Y si cualquiera de los que estamos aquí fuésemos con otro DNI o votáramos varias veces?".

Con esta huelga, el sector retoma los paros que inició en noviembre pasado y que suspendieron 50.000 consultas y retrasaron 6.500 intervenciones quirúrgicas, según Sanidad. Una vigilia por la sanidad pública, con velas encendidas frente al Museo Reina Sofía dio anoche inicio a la huelga. En cada uno de los cinco días de paros convocados, uno a la semana desde hoy martes hasta el 4 de junio, se quiere dar protagonismo a uno de los seis hospitales cuya gestión va a pasar a empresas. El primero ha sido el Infanta Leonor de Vallecas, donde los médicos han hecho una performance en la que simulaban pasar consulta en la calle. 

La huelga —convocada por los seis sindicatos con representación en la mesa sectorial de Sanidad (CC OO, UGT, Satse, Csit-UP, Usae y Amyts), además de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem) y la Asociación Madrileña de Enfermería (AME)— tiene unos servicios mínimos son similares a los de un día festivo, según la orden que se publicó el viernes en el Boletín Oficial. Las urgencias, el transporte sanitario, los tratamientos oncológicos, la diálisis, la UCI, la radioterapia y la quimioterapia tendrán servicios mínimos reforzados.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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