Seis propuestas para alcanzar un acuerdo de estabilidad

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha propuesto a la oposición un acuerdo de estabilidad para poder salvar la minoría parlamentaria que ya ha empezado a demostrar al Gobierno su capacidad de dificultar su gestión, forzando una retirada de los presupuestos a última hora. En su última intervención, Urkullu ha detallado su nuevo planteamiento a los grupos, con seis iniciativas que ha desgranado tras escuchar a EH Bildu, PSE y PP que están dispuestos a alcanzar un acuerdo –el lehendakari ha apostado esta misma semana por un pacto de estabilidad con socialistas y populares-. Tras plantear su propuesta, ha avanzado que se reunirá con los máximos representantes institucionales de Euskadi y con los responsables de los partidos para tratar de lograr consensos.

El lehendakari ha propuesto una reforma fiscal, insistentemente reclamada por los socialistas, que incluya una reforma del IRPF, con nuevos tramos y deducciones, así como con una reforma del Impuesto de Sociedades. La reforma incluiría los nuevos impuestos en materia de energía y juego, ya en vigor. En segundo lugar, ha aceptado un plan integral de lucha contra el fraude fiscal, con medidas entre las que se encuentra la conexión de las bases de datos de las tres haciendas forales.

Urkullu mantiene el objetivo de reducir la administración un 25% a lo largo de la legislatura

Asimismo, ha planteado la creación de un fondo extraordinario para la reactivación económica que, con 200 millones de euros que provengan de la futura relajación del objetivo de déficit –es decir, de un mayor margen de endeudamiento que, según estas palabras, el Ejecutivo sí utilizará pese a las reticencias del PNV a acudir a la deuda-, servirá para invertir en infraestructuras y en otras inversiones. Asimismo, Urkullu ha elevado el fondo de solidaridad del empleo que recoge el plan de empleo presentado hace un mes a 40 millones de euros en vez de los 35 anunciados. El destino de ese dinero estaría dirigido a lo que ya había fijado el Gobierno: incentivar el empleo de parados de larga duración, perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos, y para pagar las ayudas a las empresas que participen en el programa que facilitará una primera experiencia laboral a los jóvenes, 4.000 este año. Asimismo, ha anunciado un plan de apoyo a emprendedores de cinco millones de euros.

Por último, Urkullu ha incluido en su propuesta de pacto el redimensionamiento de la administración, manteniendo el objetivo de recortar un 25% la estructura a lo largo de esta legislatura, una propuesta con la que se comprometió al principio de su mandato. Lograr un acuerdo es importante porque, según el lehendakari, el pacto “por sí mismo, va a permitir el tránsito de la recesión a la reactivación económica y de la destrucción de empleo a su creación”.

Antes de exponer sus nuevos planteamientos, Urkullu ha recordado al PP que sus votos son “insuficientes” para que, sumados a los del PNV, el Ejecutivo logre con el respaldo de una mayoría parlamentaria –les falta un voto que UPyD, con su único parlamentario, no está dispuesto a ceder sin antes lograr exigencias que los nacionalistas no pueden afrontar, como el cierre de las delegaciones en el exterior-. Asimismo, ha censurado con dureza las palabras del exlehendakari, Patxi López, que en su última intervención en la tribuna esta mañana ha advertido a Urkullu que es “incompatible” para ellos un pacto en el que también esté el PP. En este sentido, y lejos de aceptar el ultimátum del PSE (con quien sí suma mayoría en el Parlamento) el lehendakari ha criticado que López, “que viene de un Gobierno apoyado en el PP” en la pasada legislatura, diga “que no va a llegar a un acuerdo en el que esté el PP, cuando su propio secretario general [Alfredo Pérez Rubalcaba] está ofreciendo un pacto en el Estado”.