Agentes forestales declaran como imputados en el caso
Uno de ellos era titular de una de las cuentas bancarias donde se ingresaban las ayudas fraudulentas
Ante el juez de Corcubión —la fiscalía ejerce la única acusación en esta causa de supuesto fraude— empiezan hoy a declarar como imputados funcionarios del distrito forestal V Vimianzo-Fisterra. Participaron en las dos inspecciones de campo imprescindibles para la concesión y comprobación de los trabajos forestales que se benefician de una subvención. Uno de los agentes llamados a declarar figura entre los titulares de una cuenta bancaria bajo sospecha, en la que la Xunta ingresó ayudas de reforestación. Este funcionario y técnicos de su distrito aparecen como los encargados de las inspecciones en la mayoría de los expedientes investigados por fraudulentos.
Los técnicos forestales deberán aclarar ante el juez cómo aparecen firmando actas de campo junto a supuestos dueños de las fincas que ni lo eran, ni nunca estuvieron dando su conformidad a inspecciones necesarias para cobrar una ayuda forestal que jamás solicitaron. La subvención cubre el coste del 70% de los trabajos de repoblación. El resto debe pagarlo el propietario de la parcela. De ahí su interés en que la Administración acredite en su presencia que realizó las labores forestales pagadas en parte con fondos públicos.
“¿Para qué se molestan en falsificar firmas de los supuestos dueños en las actas si no es necesario que estén presentes en las inspecciones?”, interpela un vecino que denunció usurpación de identidad y falsificación de datos al figurar como representante de una agrupación de propietarios que se benefició de subvenciones. Una vez concedida, dos agentes forestales son enviados para una primera inspección con el fin de verificar la superficie que se va a repoblar, comprobar los datos de la solicitud de ayudas y la viabilidad de los trabajos forestales. Una vez realizados, se comprueban en una segunda inspección y si todo está correcto, Medio Rural abona la subvención mediante transferencia bancaria.
En numerosos expedientes aparecen firmando las actas de inspección y dando su conformidad los ingenieros de la empresa de Maceiras, que es a la que también le encargan los supuestos dueños de las parcelas realizar los trabajos subvencionados. El empresario figura tanto como solicitante y beneficiario de múltiples ayudas para reforestar parcelas que no le pertenecen como contratista de esas labores de repoblación del monte.
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