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“Hay que oír a la gente y contar sus historias”

Manuel Berlanga y Carmen Fernández divulgan a través de su productora audiovisual la persecución que sufren los homosexuales en Camerún

Ginés Donaire
Carmen Fernández y Manuel Berlanga con el cartel del documental, en Granada.
Carmen Fernández y Manuel Berlanga con el cartel del documental, en Granada.

Cuando Manuel Berlanga recibió hace algún tiempo unas cintas sobre un grupo de gais y lesbianas que sufrían una persecución atroz en su país natal, Camerún, pensó que ese material no podía dormir en la oscuridad. Las cintas, elaboradas de forma rudimentaria y con más voluntad que medios, le llegaron a través de un buen amigo que trabaja en una ONG de la zona y que le pedía ayuda para difundir la situación extrema que padecían estas personas consideradas en esa parte del continente africano poco menos que un peligro público a extinguir.

Esas grabaciones removieron, sin duda, la conciencia de Manuel Berlanga y de su pareja, Carmen Fernández, que desde hace 25 años están al frente de la empresa audiovisual Quijada Producciones. Después, en colaboración con Pahemi (Proyecto de Asistencia e Integración de las Minorías Homosexuales en Camerún) se pusieron manos a la obra y elaboraron de forma altruista el documental para Internet Homosexuales en Camerún, gente como tú y como yo. Una serie de cuatro reportajes grabados en inglés y en castellano, en versiones original y subtitulada, que esta productora ha divulgado en su canal de Youtube que han titulado Oficio de vivir. “Son historias visualmente entretenidas y humanamente enriquecedoras”, resume Berlanga para describir la filosofía que impregna este portal.

Mbede  se enfrenta a una

El equipo de esta productora andaluza viajó a Camerún consciente de que la aventura tenía sus riesgos. “Si no peligroso, sí que fue un rodaje difícil. Había que grabar casi a escondidas, parar frecuentemente porque alguien se acercaba o ir en busca de refugiados a alguna aldea”, explica Berlanga, director y realizador de la productora. Pero el trabajo ha merecido la pena.

Más de 30.000 personas, muchas de ellas de fuera de España, han visto ya en Internet las historias donde gais y lesbianas cuentan su terrible experiencia en primera persona. Los documentales se pueden ver en Youtube. Testimonios como los de Roger Mbede, de 33 años, que se enfrenta a una condena de tres años simplemente por mandar un mensaje de móvil cariñoso a otro hombre: “Me gustas mucho”. Roger está ahora en libertad provisional gracias a una campaña de apoyo internacional, aunque sobre él pende una nueva orden de detención.

“En Camerún y en muchos otros países, la homosexualidad está considerada como una enfermedad importada de Occidente. A la persona que se considera contaminada se la expulsa de su pueblo, es repudiada por su familia y amigos, es vejada y expuesta al escarnio público a través de los medios de comunicación. Y tienen que vivir escondidos por miedo a ser apedreados o a que se cumplan las amenazas de muerte con las que bombardean sus teléfonos móviles”, comenta Carmen Fernández, guionista de este trabajo audiovisual.

Las duras condiciones a las que se enfrentan los homosexuales en las cárceles de Camerún las vivió también Marc Lambert, quien fue detenido en 2005 junto con otras 17 personas en un bar sospechoso de ser frecuentado por homosexuales. Y, si ser gay es duro, más difícil lo tienen las lesbianas por ser mujeres. Esther y Pascaline son consideradas como brujas. Han sido apartadas, incluso, de sus propios hijos, y viven escondidas por miedo a ser apedreadas. Ahora se enfrentan a un juicio que les puede costar años de cárcel “¿Por qué? —se pregunta Esther en el documental— ¿qué he hecho?, ¿he robado?, ¿he matado a alguien?”.

Si ser gay es duro, más difícil  lo tienen las lesbianas por ser mujeres

Los abogados que defienden a las personas acusadas de homosexualidad en Camerún están, igualmente, en el ojo del huracán y también reciben insultos y amenazas de muerte a través del móvil o del correo electrónico. Es el caso de Alice Nkom, que preside Adefho (Asociación para la Defensa de los Homosexuales en Camerún) y que fue la primera letrada negra de su país con solo 24 años. “La lucha por el desarrollo de nuestro país se hará con los homosexuales o no se hará. Tan simple como eso”, ha comentado Nkom. Personas como ella son ahora la única esperanza para el colectivo de homosexuales en el país africano.

La experiencia ha sido muy gratificante para los responsables de esta productora: “Con la edad te das cuenta de que es el mundo es el que te puede cambiar a ti, no tu a él. Pero sí se puede ayudar a que cambien pequeñas cosas, a denunciar atropellos a la dignidad de las personas con nombre y apellidos”, sintetiza Manuel Berlanga, de 47 años.

Eso sí, en las respuestas que reciben de los visitantes de su página están encontrando muestras de apoyo y solidaridad con los homosexuales en Camerún, pero también otros comentarios homófobos que demuestran una intolerancia sin límites. “Como siempre decimos, las máquinas de los buscadores de Internet no tienen corazón”, agrega el director de Quijada Producciones.

Manuel Berlanga y Carmen Fernández dejaron atrás Jaén y, en 2005, se instalaron en Granada, adoptando el nombre su empresa de una de las calles del Albaicín, Quijada. La productora ha mostrado, desde siempre, predilección por los temas sociales. “Nos gusta escuchar a la gente y contar sus historias”. De hecho, su trayectoria ha estado jalonada de trabajos de fuerte carga social. Ahí están, por ejemplo, los documentales En tierra extraña (2009) y Bombas y olvidos, Almería 1937 (2008), este último realizado en colaboración con la Asociación de la Memoria Histórica de Almería. “Hay tantas cosas que no debemos olvidar...”, reflexiona en voz alta Berlanga.

Contenidos y formatos

  • Manuel Berlanga y Carmen Fernández empezaron a contar historias con una cámara de segunda mano. Ahora la productora se ha especializado en contenidos audiovisuales para su difusión y promoción a través Internet y las redes sociales.
  • Entre sus trabajos destacan Una foto en la Alhambra (2006) y Mujeres Invisibles (2007). Con este último, basado en las mujeres de la comarca jiennense de Sierra Mágina, lograron en 2008 el Premio de Periodismo 28-F, que otorga el consejo asesor de RTVE en Andalucía.

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