Halladas cuentas en paraísos fiscales del exalcalde contrabandista Barral

Un juez de Cambados acaba de levantar el secreto de unas diligencias abiertas hace más de tres años que sitúan de nuevo en el punto de mira al ex alcalde popular de Ribadumia (Ponteveedra) José Ramón Barral Martínez, Nené, también implicando en otro proceso por contrabando de tabaco. La investigación patrimonial de la Agencia Tributaria ha destapado la evasión de importantes partidas de dinero al paraíso fiscal de Islas Vírgenes con ramificaciones societarias en China. La cantidad estimada de dinero interceptado es, por el momento, de al menos dos millones de dólares. Fuentes de la investigación consultadas han confirmado que sospechan que el alcance de las inversiones de Nené Barral detectadas en el extranjero puede ser mayor si hay respuesta a las comisiones rogatorias enviadas a varios países donde supuestamente el ex alcalde tiene intereses económicos. Además de Barral, en estás diligencias también están imputadas tres hijas suyas que aparecen en el entramado societario que se constituyó en Islas Vírgenes y que están operando desde Hong Kong en diversos sectores y negocios.

En marzo pasado, las tres hermanas Barral ya fueron a declarar ante el juez instructor, semanas antes de que este revocase el secreto. Del análisis de la documentación en poder de la Fiscalía de Delitos Económicos de Pontevedra se espera hallaar conexiones con la red de contrabando de tabacoq ue supuestamente dirigía Barral en el contrabando de tabaco, por la que fue detenido en 2001 y le costó la dimisión de la alcaldía. En el proceso, que lleva atascado varios años en un juzgado de Vilagarcía, aparece además implicado un hermano del excalde, Feliciano Barral, que también fue presidente del comité local del PP en Ribadumia y mano derecha en sus negocios, así como la esposa de Nené y otro de sus hijos. El nuevo frente judicial contra el que fuera alcalde popular durante 18 años partió de un confidente que se encontraba cumpliendo condena en una cárcel en China, según han iapuntado diversas fuentes judiciales. Este informador facilitó una serie de pruebas documentales que permitieron al Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) tirar de la madeja sobre un personaje sobradamente conocido para ese cuerpo y llegar a interceptar depósitos de dinero y movimientos bancarios que iban a parar a diversas sociedades mercantiles.

Fue precisamente Aduanas quien detuvo a Nené, el 14 de mayo de 2001, en su casa de Ribadumia, tres meses antes de celebrarse elecciones autonómicas en Galicia, tras apresar medio millón de cajetillas de tabaco de contrabando falsificado procedente de China que llegaron al puerto de Vigo en contenedores como mercancía declarada. Doce años después de aquel episodio, la causa sigue abierta sin que, principalmente, Suiza, además de otros países, haya contestado a las comisiones rogatorias. El país helvético ha puesto cortapisas a desvelar las supuestas cuentas de Barral al tratarse de un contrabandista de tabaco, aunque varios funcionarios tuvieron que desplazarse hasta allí para interrogar al presunto intermediario financiero del exalcalde. El proceso, que bate el récord de antigüedad en los juzgados de Arousa, también se sigue contra hasta ahora 42 imputados — otro ya ha fallecido— entre los que aparecen tres guardias civiles y otros tantos aduaneros, y más de una docena de ciudadanos extranjeros, aunque la fiscalía no ha formulado ninguna acusación contra ninguno de estos últimos. El fiscal del caso es el tercero que ha pasado por la investigación en los 12 años que se ha alargado el proceso y durante este tiempo los abogados han intentado anularlo por las dilaciones indebidas. La defensa de Barral siempre alegó que se trataba de una mercancía extranjera y que él era un mero intemediario en la operación. Las cajetillas intervenidas en el portacontenedores Mars, la mayoría de la marca Magnun, iban ocultas entre palés de madera y procedíam de Estados Unidos, aunque en realidad el cargamento se había embarcado en Emiratos Árabes y el destino era Reino Unido. Antes había tocado el puerto de Valencia, luego el de Lisboa y finalmente Vigo como mercancía en tránsito.