Urkullu lleva a su programa de gobierno fusionar las dársenas

El Gobierno ha incorporado la fusión de la gestión de los puertos de Bilbao y Pasajes al programa para esta legislatura que el lehendakari, Iñigo Urkullu, presentó el pasado martes. Aunque primero los dos Ejecutivos, central y vasco, han de desbloquear la transferencia a Euskadi de esa competencia, y no es una de las principales prioridades, aunque se califique de actuación estratégica, el PNV es partidario de crear una Autoridad Portuaria única que unifique a los puertos de Bilbao y Pasaia y sea gestionada por el Gobierno autónomo.

Ya lo han defendido en el pasado la actual consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia y el hoy portavoz del Gabinete, Josu Erkoreka. Lo intentaron cuando eran diputados en el Congreso, una opción que no veía nada mal la ministra de Fomento, Ana Pastor. Todos coincidían en que esa actuación está sustentada en razones de orden económico, con efectos positivos para el tejido empresarial vasco y para la mejora del sistema de transporte de mercancías en Euskadi.

El Gobierno carece de cálculos precisos sobre cómo quedaría el mapa de servicios de cada una de las infraestructuras, ni ha cuantificado qué sectores se beneficiarían de esa hipotética fusión y de la coordinación de ambos puertos.

En mayo pasado, Erkoreka presentó en el Congreso una proposición no de ley relativa a los puertos en la que instaba al Ministerio de Fomento a realizar las “gestiones oportunas” para que la gestión de las dársenas de Pasaia y Bilbao quedase “completamente descentralizada” y fuese encomendada al Gobierno vasco “en una única Autoridad Portuaria”.

Planteaba a renglón segudio que la encomienda de gestión se hiciese a través de un Real Decreto, para después, ya sin tanta prisa, formalizar el acuerdo entre ambas Administraciones en la Comisión Mixta de Transferencias, en la que se oficializan los traspasos.