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MANEL

“El talento no se gasta, pero llega un momento que dejas de superarte”

El grupo Manel publica este martes su tercer disco ‘Atletes, baixin de l’escenari’

Los cuatro miembros de Manel: Martí Maymó, Arnau Vallvé, Guillem Gisbert y Roger Padilla, de izquierda a derecha.
Los cuatro miembros de Manel: Martí Maymó, Arnau Vallvé, Guillem Gisbert y Roger Padilla, de izquierda a derecha.ALBERT GARCÍA

Grupo singular Manel. Comenzaron casi sin querer, componiendo canciones domésticas para pasar el rato. Cinco años después son la banda por antonomasia de la música catalana, logrando de paso una creciente proyección en el resto del país. El martes publican su tercer disco, Atletes, baixin de l’escenari, que defienden sin adjetivaciones solemnes o declaraciones fuera de tono, nada sorprendente habida cuenta su miedo a que la popularidad les acabe convirtiendo en celebridades cuando sólo quieren ser músicos. En sus nuevas trece canciones palpita el estilo más genuino de la banda, que aún mantiene incólume un talento que intuyen mella el tiempo. Roger Padilla, guitarra del grupo, articula la idea: “la primera vez que haces una canción te asombras. Después descubres trucos pero cada vez es más complicado hallar nuevos recursos. Compones cada vez mejor pero no dejas de ser el mismo. No es que el talento se gaste es que llegará un punto en el que uno será incapaz de superarse a sí mismo”.

Pero que no suenen las alarmas, el momento en que la formula Manel aburra parece lejano. Sus trece nuevas canciones están tocadas por la originalidad de unas melodías que parecen populares y unas letras muy narrativas que se siguen articulando en largos textos: “la longitud se debe a que en ocasiones tengo una estrofa que creo suficiente para hacer un tema, pero la canción va creciendo porque llegan más ideas, porque disfruto escribiendo. Son razones que tiene que ver con el gusto, son decisiones estéticas”, afirma Guillem Gisbert, compositor de la banda.

El momento en que la formula Manel aburra parece lejano

En este sentido, Guillem acepta que la estructura de sus largas historias se aparta del pop convencional, “nuestras piezas no son sencillas en el sentido pop, no son cortas y directas, pero si no se entienden con facilidad sentiremos que algo no hemos hecho bien”. Una buena dosis de humor casi inglés, distante y refinado, negro en el caso de Imagina’t un nen", la letra más corta, obra de Roger Padilla, acotan el estilo del grupo.

Pero hay más, entre otras cosas que se mantiene la casi total ausencia de estribillos. En opinión de Guillem “el estribillo es peligroso porque estás repitiendo una cosa en la que haces se concentre la atención señalándola como importante. A veces nos apoyamos en una frase que hace esa función de estribillo sin serlo de manera estricta. Como oyente”, prosigue Guillem, “me gustan algunas piezas de Aerosmith, pero hay veces en que aburro sus canciones precisamente por la reiteración de los estribillos. Por eso los evitamos”. En cualquier modo no hacen falta estribillos para captar historias llenas de ironía y un cierto descreimiento formal que en realidad funciona como protección ante las cosas que duelen: “es cierto”, dice Guillem, “la estilización de los textos, el humor y la ironía forman parte de la distancia que tomamos ante lo que contamos”. Es el caso de los prejuicios en Ai Yoko, la melancolía autoreferencial de Banda de rock, una balada de corte clásico, el agotamiento de los sentimientos de Deixar-te un dia o la feroz paradoja de Quin dia feia, amics. En el fondo los Manel de siempre, bromistas hasta incluir un ritmo de sardana en Mort d'un heroi romántic.

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En sus nuevas canciones palpita el estilo más genuino de la banda

Ellos mismos confirman esta relativa continuidad en su sonido al afirmar que “las canciones no son muy diferentes a las anteriores, la diferencia es cómo las hemos vestido y arreglado. Se nota más que somos nosotros cuatro, no estamos tan arropados como antes”, dicen refiriéndose a la falta de metales y otras instrumentaciones adicionales, declinadas a favor de un sonido que refuerza la sensación de grupo y que facilitará la puesta en escena del repertorio.

Su estreno tendrá lugar en el festival Primavera Sound el próximo mes de mayo, primero de los muchos festivales en los que la banda piensa actuar durante la inminente gira: “no habíamos actuado antes en festivales de este estilo y creíamos que ya era hora de hacerlo”, explican restando cualquier trascendencia al hecho y recordando que el anterior trabajo lo presentaron actuando varios días en un teatro.

Su estreno tendrá lugar en el festival Primavera Sound el próximo mayo

Lo que puede dar que hablar de este nuevo trabajo de Manel son dos detalles que la banda atribuye a la mera casualidad. Por un lado la práctica igualdad entre la portada del disco y la imagen de la serie británica de televisión Utopía: “simplemente desconocíamos la serie. De haberlo hecho nos hubiese bastado cambiar el color de la portada para solucionarlo, pero lo supimos a destiempo y ya no hubo nada que hacer”, afirman.

Por otro lado está el paralelismo entre Teresa Rampell, protagonista de un sencillo que no representa el tono musical del disco, y Ramón Rampell, personaje de la novela de Mercè Rodoreda Un día en la vida de un hombre. “¿De qué va la novela?” preguntan los miembros del grupo, que sonríen ante las similitudes, parciales, entre el nombre y la conducta de ambos personajes, el del libro y el de la canción: “es igual”, rematan, “hagamos lo que hagamos, digamos lo que digamos, siempre habrá quien nos critique. Es algo normal cuando llegas a la plaza pública y a la exposición ante la audiencia. Se ha de aceptar”. A partir del martes los veredictos.

Hagamos lo que hagamos siempre habrá quien nos critique”

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