“No hablaré de corrupción ni gasolineras, no voy a facilitar el congreso del PSdeG”
El presidente de la Xunta evita hablar de los casos de corrupción de su partido en la sesión de control del Parlamento
Otro miércoles más, el paro, la emigración y la corrupción han vuelto a centrar la sesión de control al Gobierno. La novedad la planteó el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, quien admitió “la tentación” de plantear al presidente, Alberto Núñez Feijóo, “la pregunta total” que un periodista deportivo de TVG planteó en su día a un entrenador del Deportivo de La Coruña: “Arsenio, ¿Qué?”. ¿Feijóo, qué?, inquirió Jorquera al líder del PP para que abandonase “los titulares traídos de casa” y actuase con contundencia contra los graves casos de corrupción que sacuden al Partido Popular en algunos ayuntamientos como el de Santiago.
El presidente optó por emular al zorro de Arteixo (tras felicitarle por ganar una Copa y una Liga, logros similares según dijo a los que él pretende con la solvencia de Galicia) y también él se lanzó al contraataque. A las preguntas del PSOE sobre “la parálisis del Gobierno”, replicó que en estos primeros 100 días de legislatura “lo que no hay es oposición”. A la catarata de datos sobre emigración y desmpleo que enumeró la líder de Esquerda Unida, Yolanda Díaz , respondió que las cosas en Andalucía donde IU gobierna desde hace menos de un año, son peores.
Y para contrarrestar la larga lista de imputados que acumula el PP gallego entre alcaldes y otros dirigentes, el presidente recurrió al exconselleiro de Industria nacionalista, Fernando Blanco, imputado en el caso Campeón y llamadas a que el Bloque “permita gobernar a los que ganan las elecciones”, tratando de deslegitimar como suele ser costumbre en Feijóo las coaliciones electorales.
En la refriega con el dirigente socialista, Pachi Vázquez -que le mentó los papeles de Bárcenas y el apunte que señala la Unidad de Delincuencia Fiscal de la Policía sobre los pagos en dinero negro que hizo el PP de Galicia a la sede nacional a finales de los 90- el presidente replicó: “Hoy no voy a hablar de corrupción ni de gasolineras, no voy a facilitarle su congreso”. Aludió así a la situación del exministro y diputado, José Blanco, para quien la fiscalía solicitó el suplicatorio con el objetivo de juzgarlo por prevaricación y tráfico de influencias y el paso atrás dado por este en la competición por liderar el PSdeG. Al final de su intervención que incluyó reproches al BNG por pactar con Bildu (algo que también ha hecho el PP vasco en varias instituciones), el presidente abogó por obligar mediante una ley a que los diputados publiciten sus declaraciones de la renta y de bienes. Sobre la situación del delegado de la Xunta de Ourense, Rogelio Martínez, condenado ya una vez por defraudar dinero público y en espera de otro juicio, o la ristra de alcaldes populares imputados en graves alcaldes de corrupción no anticipó medida alguna.
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