La Junta exige otra distribución del déficit y descarta más recortes

Desde que el pasado 28 de febrero el Ministerio de Hacienda hiciera público los datos del cumplimiento del objetivo de estabilidad financiera de 2012 de todas las comunidades autónomas, la Junta de Andalucía se ha cerrado en banda a admitir que vaya a tener que hacer más recortes al sobrepasar en medio punto el límite del déficit.

Según Hacienda, la diferencia de gastos e ingresos de la comunidad el pasado año alcanzó el 2,02% del PIB, frente al 1,5% fijado para todas las autonomías por el Gobierno central. Cada décima supone unos 140 millones de euros.

Montoro aseguró en una entrevista a Europa Press el pasado 2 de marzo que las cinco comunidades que sobrepasaron el objetivo de déficit en 2012 —Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucía e Islas Baleares— tendrán que revisar sus planes económico-financieros y aplicar nuevas medidas de ajuste para reconducir sus cuentas.

No obstante, el Gobierno andaluz niega que vaya a hacer falta más ajustes. También que para cumplir con el objetivo del 0,7% del PIB marcado para este año tengan que modificar el Presupuesto de la Junta. “Tenemos margen suficiente para cumplir, sin tocar las partidas de gasto del presupuesto”, dijo ayer el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en el turno de preguntas tras intervenir en el Foro Cinco Días.

El presidente socialista aseguró que la comunidad tendría “más facilidades” para alcanzar el techo fijado si el Gobierno central no adoptara decisiones que, según él, perjudican a la comunidad. Entre ellas, el presidente de la Junta incluye la de “recurrir con contumacia” la subasta de medicamentos —el ahorro estimado con esta medida es de hasta 200 millones de euros anuales— o la de impedir que las comunidades reciban ingresos generados por el aumento del IVA, un impuesto que, según el sistema de financiación autonómica, se reparten al 50%, el Estado y las autonomías. “Si eso se hace”, enfatizó Griñán, “tendríamos superávit”.

La Junta confía en que a lo largo de este año la cifra del déficit se reparta de manera más equitativa, como se acordó en la última reunión de Conferencia de Presidentes Autonómicos. Ahora el Estado tiene cinco veces más margen que las comunidades autónomas. “La distribución del déficit”, aseguró José Antonio Griñán, “es casi una tropelía”.

El presidente de la Junta aseguró que la interlocución con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la lleva la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo. Ambos conversan “cotidianamente” y “hay entendimiento” señaló, aunque no concretó en qué se traduce esa sintonía. Aguayo tiene previsto comparecer mañana miércoles en el Parlamento para analizar los datos de consolidación fiscal y los objetivos marcados para este año. La consejera también mantiene que no serán necesarios nuevos recortes y que estos ya están previstos en las cuentas de la Junta para 2013.

El Partido Popular, por el contrario, sostiene que hará falta medidas de control del gastos más contundentes y también vaticina que habrá que tocar el empleo en el sector público andaluz.

Izquierda Unida, socio del Gobierno andaluz de coalición, se opone a dar su visto nuevo a otros tijeretazos, una iniciativa que levantaría muchas ampollas internas, según advierten fuentes de la coalición.

La posición de IU es la más preocupa en el PSOE de Andalucía, sobe todo, si los recortes afectasen al empleo público. IU tiene previsto celebrar su próxima asamblea andaluza en el mes de junio en el que se elegirá a un nuevo coordinador general en sustitución de Diego Valderas, actual vicepresidente de la junta.

A medida que se acerque esa fecha, la federación de izquierdas radicalizará sus mensajes y su lenguaje. También, los del portavoz del grupo parlamentario de Izquierda Unida, José Antonio Castro, quien reúne casi todos los apoyos internos para presentar su candidatura al máximo cargo de la federación.

No obstante, no hay que perder de vista que en los documentos internos del Partido Comunista de Andalucía, la corriente mayoritaria de IU, no se cuestiona el pacto con los socialistas, sino la forma en cómo se gobierna la comunidad.