Un 10-M poco concurrido en Ferrol, contra lo “socialmente insoportable”
Unas 3.000 personas salieron a la calle contra el paro, los recortes y por la regeneración democrática
Por tercer domingo consecutivo, la plaza de Armas de Ferrol volvió a llenarse con una manifestación. Primero fue el sector naval, después la sanidad pública y hoy el Día da Clase Obreira Galega que rememora el asesinato de dos obreros que reclamaban mejoras laborales en 1972. Con los sindicatos divididos, la de hoy fue la menos concurrida de las tres.
Unas 3.000 personas salieron a la calle contra el paro, los recortes y por la regeneración democrática en las dos movilizaciones convocadas por CC OO, UGT y la USTG, por un lado (2.000 asistentes), y la CIG (casi un millar) con apenas media hora de diferencia y recorridos inversos con salida y llegada al mismo punto: el monolito de Recimil donde cayeron Amador Rey y Daniel Niebla, abatidos a tiros por la policía franquista.
CC OO y UGT enviaron a Ferrol a su secretarios generales en Galicia para clamar -en un manifiesto conjunto con la USTG- contra “unas políticas equivocadas y, en algunos casos, dudosamente constitucionales" que están ahondando en el desempleo y las desigualdades sociales con "efectos demoledores". "Es el momento más dramático desde que se inició la crisis", subrayó Xosé Manuel Aguión, de CC OO. Mientras, su homólogo en UGT, Xosé Antonio Gómez, tildó de "inútil" la reforma laboral. Críticas y consignas contra la corrupción política y económica en un contexto de recortes sociales, sanitarios y educativos que trastocan muchas vidas y han colocado a los ciudadanos en el vértice de "una situación socialmente insoportable" de la que responsabilizan a los gobiernos del PP en Madrid y Santiago.
En la comarca con más paro de Galicia, cuna del movimiento obrero antifranquista gestado en los astilleros y muy acostumbrada a exigir sus derechos en la calle a golpe de manifestación, no faltó la sempiterna demanda de carga de trabajo para Navantia, motor económico de toda la zona, y la construcción de un dique flotante prometido en campaña que no deja de dar bandazos erráticos en los despachos de Ferrol a Bruselas pasando por el Parlamento, el Congreso y el Senado. "Dique sí, lo diremos todas las veces que sea necesario y cada vez más alto y cada vez seremos más porque no nos resignamos", protestaron los sindicatos. "No consentiremos más promesas vacías que nos confundan mientras la comarca agoniza ante la insensibilidad de los gobiernos del PP".
Antes de la manifestación, que se despachó en menos de una hora bajo la constante amenaza de lluvia, hubo una ofrenda floral del Ayuntamiento de Ferrol a Amador y Daniel pasada por agua de la que se ausentaron BNG y CIG. El alcalde, José Manuel Rey, agradeció la presión de los trabajadores de Navantia, que llevan meses movilizándose, para forzar al Gobierno a dar pasos adelante hacia el dique que, pasadas las elecciones, habían descartado.
La central nacionalista, liderada por Suso Seixo, se movilizó en solitario desde Esteiro hasta Recimil con una marcha reunió a varios centenares de personas. El líder de Anova y portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, que pasó el sábado por Ferrol para dar una conferencia política, también dejó un ramo de flores a los dos obreros ferrolanos caídos un 10 de marzo, hace 41 años. La policía franquista vació sus cargadores para dispersar una manifestación de trabajadores en huelga. "Pudo ser una carnicería", rememoran siempre los sindicalistas más veteranos. Al 10M de este año faltó Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO y extrabajador de Navantia Ferrol, que vivió el primera fila aquellos hechos.
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