Las empresarias valencianas animan a luchar por la igualdad

Durante el día de la mujer, cada año, se suceden los actos de homenaje, de reivindicación y de visibilización de las mujeres. Actividades que recuerdan que la igualdad entre sexos debe pelearse todos los días. La Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia han reivindicado este viernes una sociedad igualitaria en un acto en los jardines de Monforte (Valencia) al que han asistido distintas autoridades políticas, empresariales y universitarias.

Rodeada de mujeres, la presidenta de las empresarias y fundadora de iTalento, Eva Turanzo, ha recordado los retos que quedan por alcanzar. Y es que según cuenta,"hay cambios a mejor y a peor". "España ha retrocedido 14 puntos en igualdad y la discriminación salarial se ha rebajado un poco pero porque han desaparecido muchas mujeres en los cargos de dirección", añade. Turanzo apela a la responsabilidad individual para "pelear los 365 días del año, marcar objetivos y plazos" para conseguir avances desde todos los ámbitos sociales. Pero entre las asistentes, cada una aportaba una fórmula distinta para alcanzar la igualdad.

Carlota De Dios es empresaria. Dice que la suya es una "piojoempresa" que lucha por sobrevivir todos los días en un mundo, el de la publicidad, que se complica. Comprometida con los derechos de las mujeres y con la igualdad, apuesta por que las mujeres reduzcan su nivel de autoexigencia y deleguen también tareas en los hombres: "Tenemos que perdonarnos no ser perfectas". "La solución del siglo XXI está en nosotras porque vamos a ser capaces de hacer esa transición sin violencia, sin agresión y con naturalidad", cuenta.

A su lado, Marta Querol trataba de evitar el sol en los ojos. Cuando colgó en Amazon su libro El final del ave fénix no sabía que llegaría tan lejos. Sin recursos, sin agente y con su propio trabajo de difusión, consiguió que su libro fuera el número uno en descargas y acabara siendo uno de los 10 finalistas del premio Planeta en 2007. Hoy ya tiene una editorial y dos libros publicados.

"Aunque digamos lo mismo todos los años la situación no es la misma. Hace 50 años las leyes impedían a las mujeres ser iguales a los hombres. Eso ya no existe y en este tiempo hemos recorrido un camino impensable entonces", cuenta. "Busca en los archivos y verás como han cambiado los grises por los colores en las fotos de los consejos de administración de las grandes empresas", dice Querol. Para ella, el siguiente objetivo es un superar un gran reto: "Soy optimista, y creo que el único paso gordo que nos queda por dar es lograr que la violencia de género sea una anécdota".