Los campus desafían al Gobierno por los recortes y la ‘ley Wert’
La huelga en las universidades catalanas vacía las aulas y acaba en incidentes La manifestación en Barcelona se salda con cinco detenidos.
El malestar por los recortes que arrastran en los últimos años las universidades -que se ha traducido en un sablazo de 1.200 millones y unos 3.000 docentes menos desde 2010-, sacó ayer a miles de estudiantes catalanes y valencianos a la calle y vació las aulas de las principales universidades de ambas comunidades.
El paro de los campus catalanes puso la guinda a una “semana de lucha” que empezó el lunes con decenas de clases impartidas en la calle. Esta iniciativa se ha reproducido en decenas de ciudades españolas en el último año. Los campus madrileños tomarán el relevo de la protesta el próximo 9 de marzo trasladando las clases masivamente a la calle (ya hay programadas unas 400).
El descontento de la comunidad universitaria se visualizó ayer con algunos campus prácticamente desiertos e intentando llenar las calles (con más o menos éxito por culpa de la lluvia) en forma de manifestaciones.
Profesores y estudiantes universitarios se unieron (algo poco habitual) para paralizar las clases en los siete campus públicos catalanes. Cada uno cargado con sus razones. “Es indignante. Estamos enfadados porque nos queda muy poco futuro universitario”, afirmaba Berta, una profesora asociada de la Universitat de Barcelona (UB), que se quejaba de la precarización laboral de su colectivo: 400 euros al mes por impartir tres asignaturas. Los estudiantes deploran principalmente el fuerte encarecimiento de las matrículas (hasta un 67%, según la carrera y la renta familiar). “Lo que están haciendo con la universidad pública no tiene nombre”, se quejaba Alba Audí, estudiante de cuarto de Económicas de la Autónoma de Barcelona, que de poco más de mil euros ha pasado a pagar cerca de 2.000 este curso.
La huelga fue masiva en universidades catalanas como la Autónoma, la UB o la Pompeu Fabra, que cerró a mediodía para evitar incidentes. En la Comunidad Valenciana, donde era la segunda jornada del paro de 48 horas, el seguimiento fue mayoritario en Castellón y Valencia.
Al mediodía, la protesta básicamente estudiantil se dejó sentir con fuerza en Barcelona, donde miles de universitarios (4.500 según la Guardia Urbana y 12.000 según los convocantes) marcharon dejando a su paso contenedores quemados, cajeros automáticos rotos y fachadas de entidades bancarias, de la Administración y centros comerciales manchadas de pintura. Con un claro predominio de consignas anticapitalistas y de “resistencia”, los estudiantes jugaron al despiste, improvisando el recorrido, ante el fuerte dispositivo de antidisturbios con decenas de furgonetas, ya que la manifestación era considerada de “riesgo” por la presencia de grupúsculos de violentos.
El punto más caliente se produjo ante la sede de Unió Democràtica, donde la manifestación (ya reducida a apenas 500 jóvenes) se encaró con los agentes. La tensión fue aumentando con el lanzamiento de cascotes y botellas contra los mossos por parte de algunos manifestantes, lo que acabó en una carga policial que dispersó la concentración. Cinco jóvenes fueron detenidos por desórdenes públicos.
Las manifestaciones también se reprodujeron en otras ciudades universitarias, como Girona (500 personas) Lleida (400), Tarragona (150), Castellón (200) y Valencia (300).
La jornada se inició también con algún incidente. Los piquetes fueron especialmente activos en la UAB, la UB y la Pompeu. El campus de Bellaterra amaneció lleno de pintadas, con barricadas, quema de contenedores y la puerta de la facultad de Letras reventada. En Barcelona, un grupo de estudiantes marchó desde Palau Reial, cortando Diagonal hasta plaza Universitat para añadirse a la manifestación principal. Otro grupo cortó la ronda de Dalt.
En Cataluña la de ayer fue la segunda huelga que las universidades convocan este curso (la anterior fue en octubre. Profesores y alumnos hacen así una demostración de fuerza a la Generalitat ante futuros recortes. De hecho, el secretario de Universidades catalán, Antoni Castellà, ya anunció hace unos días que este año habrá un nuevo recorte en los campus, que se verá plasmado en los Presupuestos de 2013 que se podrían dar a conocer en un mes aproximadamente. Sin dar más explicaciones, Castellà apuntó que hasta ahora los recortes de la Generalitat (que se ha traducido en un hachazo de 168 millones en tres años y unos 1.300 profesores menos en los dos últimos cursos) han sido “estructurales” y los nuevos serán “conyunturales”. A pesar que la Generalitat busca sosegar los ánimos de los estudiantes asegurando que no habrá nueva subida de tasas, el efecto de nuevos recortes hace prever nuevas mobilizaciones antes de verano.
Con información de Juanma Játiva.
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