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Aburto avisa de que Lanbide no hace mediación laboral por estar “saturado”

El consejero reconoce que “seguramente” habrá recortes y apuesta por aplicarlos en Vivienda

Aburto, en su comparecencia en la comisión parlamentaria.
Aburto, en su comparecencia en la comisión parlamentaria.L. Rico

En tiempos en los que la búsqueda de trabajo supone un laberinto sin salida para muchos y en que las ayudas sociales son la vía cada vez más demandada para esquivar la falta absoluta de recursos, el organismo que atiende ambas carencias no da abasto.

“La Renta de Garantía de Ingresos [RGI] se ha comido Lanbide, que no hace intermediación laboral en estos momentos”, resumió ayer en su primera comparecencia en el Parlamento el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto. El Servicio Vasco de Empleo gestiona, además de las políticas activas de empleo, la RGI y el complemento de vivienda, que, según datos de octubre de 2012, cuentan ya con 58.954 y 22.139 perceptores respectivamente. El resultado es que Lanbide está “desbordado”.

Un problema que Aburto fijó en 12 de las 42 oficinas del servicio —las abiertas en las localidades con mayor población— y que busca resolver con acciones a corto plazo y con la liberación de tareas meramente administrativas que no respondan al objetivo básico de intermediación.

En la práctica, ello no supondría devolver las ayudas sociales a las Diputaciones y los Ayuntamientos, sino liberar a Lanbide de algunas gestiones, como los complementos que se dan a jubilados o viudas, que no necesitan acciones para buscar empleo, o las personas que no pueden acceder a un trabajo. Aburto dijo ayer que un tercio son pensionistas, otro tercio empleable y otro tercio de difícil empleabilidad.

El consejero insistió en que, para poder afrontar de forma más coordinada el problema del desempleo, es preciso que Euskadi cuente no solo con las políticas activas, transferidas en la pasada legislatura, sino también con las pasivas, lo que supondría atraer a Euskadi las prestaciones por desempleo, una vieja reclamación del PNV. El consejero anunció que el lehendakari, Iñigo Urkullu, presentará en los próximos días el plan de empleo prometido. “No podemos hablar de planes de empleo que generen contratos de seis meses y luego desaparezcan”, puntualizó, con una discreta mirada a los últimos planes aprobados.

Se mostró especialmente preocupado por el paro juvenil, un problema que atacará, sostuvo, con la promoción del autoempleo y el emprendizaje, así como con fórmulas que denominó cooperativas junior y con formación en áreas como innovación social o internacionalización.

El consejero reclama la transferencia a Euskadi de las políticas pasivas de empleo

Son retos importantes que el Ejecutivo deberá afrontar en una legislatura que arranca sin promesas de no recortar en este departamento en las cuentas de 2013. “Seguramente sí”, reconoció el consejero al ser preguntado sobre reducciones en su área. En este sentido, Aburto vio “difícil” que se elimine la reducción del 7% en las distintas ayudas de su consejería y se mostró partidario de que el tijeretazo en los presupuestos lo sufra el área de vivienda. Las ayudas sociales estarían, en principio, a salvo de nuevos recortes dado que se enmarcarían en lo que el Gobierno considera “servicios esenciales”.

La Viceconsejería de Vivienda se centrará en quienes pierden su hogar, lo que, según Aburto, será complejo de hacer porque la normativa está dirigida a resolver problemas del pasado, es decir, el acceso a vivienda protegida. En este terreno, Aburto se comprometió a presentar una ley de Vivienda que partiría de la propuesta presentada por el PSE la pasada legislatura, que recogía el derecho subjetivo a la vivienda.

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