Un laboratorio de empresas

La Feria EJE (Empresa Joven Educativa), que se ha celebrado esta mañana en Eibar, vendría a ser el escaparate de un laboratorio, un lugar en el que alumnos procedentes de 36 centros de Formación Profesional de Euskadi han presentado empresas creadas por ellos. Empresas a día de hoy ficticias, pero que les han permitido simular bajo la supervisión de sus profesores cómo materializar una posible idea de negocio. "Han seguido todos los pasos, estudios de mercado, posibles proveedores, análisis de clientes potenciales, estrategia de negocio, cómo captar inversores", resume Samuel Triguero, coordinador del área de Innovación de Tknika, impulsor del evento.

"El objetivo es desarrollar el espíritu de emprendizaje entre los alumnos", precisa Triguero. El evento ha reunido a 120 ejemplos de empresas, creadas por equipos de entre cuatro y seis alumnos de las diversas ofertas educativas de FP. Los estudiantes en sus respectivos stands han vendido los productos elaborados por ellos mismos o comprados, simulando el resultado que hubieran obtenido si los hubiesen fabricado. El dinero recaudado será destinado a ONG.

El proyecto corre en paralelo con el programa Urratsbat, en marcha desde 2000, que asesora a alumnos y exalumnos de FP en la creación de una empresa. "Los estudiantes obtienen un respaldo de su centro, que viene a convertirse en una pequeña oficina", añade Trigueros, o "viveros de empresas". Desde que se celebra la iniciativa se han creado un total de "330 empresas, de las que el 88% siguen activas", y cada año participan de media 42 centros, de los 64 que componen la red vasca.

Unas cifras a tener en cuenta más en tiempos de crisis. De hecho en los últimos tres cursos, desde 2009, un total de 11.822 alumnos han participado en alguna de estas experiencias, se han supervisado 340 proyectos y se han creado 123 empresas, que contaron en su primer año de existencia con una inversión de 1,8 millones de euros y una facturación para el mismo periodo de 5,4. Además, se han generado 202 puestos de trabajo.

Y como apunta Triguero, la oportunidad que tienen los alumnos de experimentar la creación de una empresa, se completa con la posibilidad que brinda el evento de poner en contacto a estudiantes de diversas disciplinas, a personas con otra formación y punto de vista, y por qué no, posibles compañeros de viaje en un futuro.