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Fin a una huelga de hambre tras la promesa de pago de Bienestar Social

Bienestar Social asegura que pagará 32 millones de euros de su deuda antes de final de mes Seis millones se destinarán a centros ocupacionales y el resto a enfermedades mentales Con esto se liquidará al 100% la deuda con centros ocupacionales sin ánimo de lucro

Carmen, la madre en huelga de hambre, abraza a Sergio, un compañero de su hijo en el centro ocupacional, al desconvocar la protesta
Carmen, la madre en huelga de hambre, abraza a Sergio, un compañero de su hijo en el centro ocupacional, al desconvocar la protestaTania Castro

El sector de la dependencia valenciano tendrá, según ha prometido la Consejería de Bienestar Social, un respiro. La consejera, Asunción Sánchez Zaplana, se ha comprometido a pagar, antes del 31 de enero, 32 millones de euros del total de la deuda que mantiene con el sector. Por esta razón, los dos trabajadores y la madre del centro ocupacional Los Silos de Burjassot (Valencia), han desconvocado la huelga de hambre que mantenían desde hace dos días frente al edificio de la consejería.

Los trabajadores han avalado el centro con sus casas, en riesgo por los impagos del Consell

"No vamos a darles las gracias, pero sí un voto de confianza porque este puede ser un punto de inflexión", explicaba este viernes Ángel Bonafé, presidente de la Coordinadora de Centros Ocupacionales de la Comunidad Valenciana (COPAVA). A su alrededor, monitores, padres y alumnos del centro que ahora sonríen. "Cerrar el centro me pesa, porque si cierran el centro se me cae el mundo", decía Sergio Olivas (29 años), usuario del centro ocupacional Los Silos de Burjassot. Carmen (71 años), Julián (37 años) y Vicente (36 años), estaban junto a él y este viernes volvieron a comer tras dos días en huelga de hambre.

Este centro abrió sus puertas hace tres años con la inversión de seis socios trabajadores. Para su funcionamiento, el centro está obligado a tener contratada una póliza con la que pagan los gastos de funcionamiento hasta que llega el ingreso de la subvención. Esta póliza expira a principios de febrero por los impagos del Consell y los trabajadores temen que, si eso ocurre, tire del aval: sus casas.

El dinero se destinará a pagar

Después de varias reuniones con la consejería, a las 20 de la tarde de este jueves, Ángel Bonafé fue convocado a una reunión de urgencia. En ella se le comunicó que, tras "arduas negociaciones", Bienestar Social ha conseguido que la Consejería de Hacienda les dé 36 millones para pagar parte de su deuda.

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De este montante, 6.300.000 euros irán destinados a solucionar los impagos a los centros ocupacionales privados sin ánimo de lucro y las mancomunidades, que alcanza el 40% de la subvención que les concedieron para 2012 y que todavía no han cobrado. El resto se destinará al pago de la deuda con centros de atención a personas con enfermedades mentales y a la dependencia. Tras la reunión, las tres personas que permanecían en huelga de hambre, decidieron desconvocar la protesta.

Si Carmen no hubiera estado aquí no sé si lo habríamos conseguido Julián, director del centro Los Silos

"Si ese pago no se produjese, la situación en la que quedaría la consejera sería muy grave porque no habla de un compromiso sino de una certeza de liquidación", decía Bonafé. "Estamos preocupados por que esta situación no se repita en 2013 y mucho nos tememos que vuelva a producirse", desconfiaba Toni Jiménez, portavoz del sindicato Comisiones Obreras.

Entre ellos estaban Carmen, Julián y Vicente que se encuentran bien y tienen ganas de volver a empezar. Han decidido finalizar su huelga de hambre porque, dicen, ahora sí creen que cobrarán. Han estado durmiendo en una furgoneta y viviendo en el parque frente al edificio de la consejería.

El pasado jueves, cuando terminó la reunión, cuentan que subieron al despacho para hablar con la consejera personalmente y dicen que la notaron visiblemente emocionada. "Anoche no dormí porque la cabeza todavía me iba a dos mil por hora", decía Vicente. "Si Carmen no hubiera estado aquí no sé si lo habríamos conseguido", decía Julián. Carmen, más tranquila, pensaba en comer: "Ahora he quedado con mis amigas para desayunar".

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