La oposición avisa que Bilbao devolverá sus cuentas al no haber visos de pacto

Dos meses cumple hoy sobre la mesa el proyecto de Presupuestos de Bizkaia para este año sin que la Diputación que encabeza José Luis Bilbao tenga garantizado que podrá sacarlos adelante y cuando hay notables opciones de que la actual prórroga técnica de las cuentas de 2012 se vuelva definitiva. En juego están 1.040,7 millones de presupuesto de gestión propia (6.578,4 millones suma en conjunto el proyecto) en la situación económica “más difícil de la última década”, como recalcó el diputado general cuando lo presentó en noviembre.

Dirigentes de los tres grupos de la oposición (Bildu, el PSE y el PP) ven, en mayor o menor grado, factible incluso que Bilbao decida tirar la toalla y retire el proyecto, pendiente ahora en las Juntas Generales del debate de las sendas enmiendas a la totalidad presentadas por la coalición abertzale y los socialistas. “Nosotros mantenemos la voluntad de acuerdo y a lo largo de este mes se irá viendo en qué queda todo. Tiempo al tiempo”, se limitan a replicar fuentes forales, tras citar el “montón” de reuniones con los tres grupos opositores. “Serán otros quienes deban hablar de las razones para no llegar a un pacto”, añaden.

Todavía está en el aire la propia convocatoria del pleno de las Juntas Generales que debe debatir ambas propuestas de devolución de las cuentas. Antes el PNV necesita volver a contar con su grupo al completo, tras la marcha de Juan María Aburto al Gobierno y el fallecimiento en diciembre de la apoderada peneuvista Idoia Mendiolagaray.

Sus sustitutos —Óscar Arana y José Luis Sagredo, respectivamente— tomarán posesión en ese mismo pleno. De esa forma, el PNV volverá a contar con 22 votos, uno más de los que suman Bildu (12) y el PSE (9). La coalición ya adelanta que respaldará la enmienda a la totalidad socialista, que previsiblemente se votará primero al haber sido presentada antes. Ambos grupos tienen una “perfecta sintonía” en sus planteamientos en este terreno, según fuentes de Bildu. En las filas socialistas se insiste en la falta de contactos y en las “muy escasas” posibilidades que aprecian de que haya nuevas cuentas.

La Diputación insiste en que mantiene su voluntad de llegar a un consenso

Ello aboca a Bilbao a tener que garantizarse al menos la abstención de los ocho junteros del PP. “El clima es peor que hace un mes, pero no descartamos nada. Es Bilbao el que tiene que decidir”, señalaba ayer un miembro de la ejecutiva del PP vasco. Otras fuentes populares apuntan que “a día de hoy no se ha hablado de nada en detalle” con el PNV. En la decisión popular va a pesar, obviamente, el hecho de que la abstención del PNV dejase sin nuevas cuentas en diciembre a la Diputación de Álava, pero el PP quiere evitar en cualquier caso que su decisión final en Bizkaia sea vista como una simple venganza por lo sucedido en ese último territorio.

De esta forma, los populares, que recuerdan que ellos no han presentado ninguna enmienda a la totalidad, quieren que el PNV resuelva, en primer lugar, el “bloqueo a que ha llevado la situación” y se convoque el citado pleno. La presidenta de las Juntas, la peneuvista Ana Madariaga, propondrá hoy que su Mesa y la Junta de Portavoces se reúnan el próximo viernes para que el pleno pudiera celebrarse en Gernika la semana entrante.

A partir de ahí, el PP vincula cualquier posible acuerdo a que sus planteamientos queden reflejados en las cuentas. Los populares han registrado 85 enmiendas parciales por un total de 25,5 millones. Su portavoz foral, Esther Martínez, ya dejó claro la necesidad de que el texto variase en materias como ayudas sociales, dependencia o creación de empleo.

Este escenario va paralelo al alavés, donde primero fracasó la intención del lehendakari Urkullu de que las principales instituciones contasen con nuevas cuentas en 2013. Fuentes forales alavesas sostienen que, tras la prórroga a la que se vio forzado el popular Javier de Andrés, no ha habido nuevas negociaciones con el PNV. Un posible acuerdo entre ambas formaciones sobre una norma de ejecución presupuestaria que compensase la prórroga engrasaría sin duda la situación en Bizkaia, aunque fuentes de este último territorio insisten en que nunca han vinculado lo que aquí ocurra a ningún otro acuerdo.