La rescatadora dice que Fomento mandó alejar el ‘Prestige’ sin buscar alternativa
“No hubo elección, ni diálogo, ni posibilidad de debatir”, afirma el capitán de la empresa holandesa contratada por la naviera para salvar la carga
El Gobierno presidido por Aznar impuso el alejamiento mar adentro del Prestigetras su accidente, el 13 de noviembre de 2002, sin más opción. “No hubo elección, ni diálogo, ni posibilidad de debatir” alternativas pese a ser “el procedimiento normal” entre las autoridades del país ribereño y los rescatadores cuando hay un petrolero en apuros, censuró ayer en el juicio de la catástrofe el capitán de Smit Salvage. Esta es la empresa holandesa de amplia experiencia y reconocimiento internacional contratada por la armadora para intentar salvar su carga y contener la extensión de la marea negra que finalmente fue monumental.
El jefe del operativo de rescate, Wytse Huismans, que tomó el mando del Prestige el 15 de noviembre, fue tajante en su largo interrogatorio como testigo: “Hubo un rechazo absoluto a dar abrigo” al barco herido “desde la tarde del día 14”, cuando Fomento envió a bordo a un inspector para arrancar su motor y alejarlo de la costa con un rumbo norte que para el capitán holandés “empeoró” los daños del petrolero.
El puerto de A Coruña, con instalaciones petrolíferas, o cualquier bahía hubieran valido para “un salvamento eficiente”. Pero las autoridades impusieron a Smit Salvage, como condición innegociable para tomar el control del Prestige, que lo mantuviesen alejado a 120 millas. El experto contrapuso como ejemplo el precedente del Sea Empress, que se hundió en 1996 ante el puerto de Mildford Haven (Gran Bretaña), tras verter 70.000 toneladas y llevar casi otras tantas en sus entrañas. Las autoridades británicas sí negociaron y autorizaron a Smit Salvage a meter en el puerto el petrolero reflotado “vertiendo considerablemente”.
El Prestige era “un barco en riesgo”, continuó Huismans, “y si no se hacía nada estaba garantizado al 100% su rotura”. “Por eso mi empeño de llevarlo a un zona de abrigo”, dijo. “¿Entiende que la prioridad del Gobierno era salvar las bateas de mejillón?” en la ría de Vigo a cuyo puerto también negó entrada, le espetó la abogada del Estado que defiende al exdirector de Marina Mercante José Luis López-Sors. Y cuando la letrada aludió a que tampoco había zona alguna en Galicia apta para acoger al petrolero, Huismans le replicó: “Hubiera sido interesante saberlo, lo hubiéramos aceptado, pero no dijeron nada”.
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