El PP esperará a que declare el alcalde de Santiago para decidir si dimite

Con el hombre más poderoso que tuvo nunca el PP en Ourense denunciado por prevaricación por la fiscalía y el alcalde de la capital de Galicia recién imputado por tráfico de influencias, al secretario general del PP gallego, Alfonso Rueda, no le preocupa tanto la imagen del PP como la “de la política en general”. Rueda, el único responsable del partido dispuesto ayer a hablar de problemas judiciales ante el silencio de Rajoy y Feijóo, rebajó la gravedad de la querella del fiscal contra Baltar —negó que estuviese imputado y se refirió a él como “afectado”— y demoró las decisiones sobre la continuidad de Ángel Currás al frente de la Alcaldía de Santiago.

Rueda anunció que el PP esperará a que Currás declare el próximo día 17 ante la juez del caso Pokémon, en el que se ha visto implicado por la adjudicación de una guardería de Santiago a una filia de Vendex, el grupo empresarial que centra las investigaciones sobre esta trama de presuntos sobornos a políticos. El secretario general de los populares gallegos, sin embargo, no aclaró cuál será esta vez la vara para medir si Currás debe o no entregar el bastón de mando: si será suficiente que la juez mantenga los cargos contra él tras la comparecencia o si la dimisión sólo llegará en caso de que se le imponga una fianza.

El portavoz del grupo municipal del BNG, Rubén Cela, exigió la dimisión inmediata del alcalde de Santiago para restaurar “la confianza de la ciudadanía en la institución municipal” y por la situación “absolutamente insostenible” del Ayuntamiento, con un gobierno centrado solo en “resolver este tipo de asuntos y en las peleas internas ya ni disimuladas”.