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Los centros privados en suelo público, a la espera de un informe de Hacienda

Es una de las vías abiertas por Educación para ampliar el peso de la concertada

<b>A DIOS LO QUE ES DE DIOS</b>. Y al César lo que es del César, es lo que transmite con sus visitas navideñas la consejera de Cultura, tras recorrer ayer el Museo Mariano de la Basílica de Valencia, a pocos días de acudir a la exposición sobre Vicent Andrés Estellés. Català ha destacado el apoyo de la Generalitat a la rehabilitación de la bóveda de la Basílica. Con el Mariano, son ya 219 las entidades museísticas valencianas.
A DIOS LO QUE ES DE DIOS. Y al César lo que es del César, es lo que transmite con sus visitas navideñas la consejera de Cultura, tras recorrer ayer el Museo Mariano de la Basílica de Valencia, a pocos días de acudir a la exposición sobre Vicent Andrés Estellés. Català ha destacado el apoyo de la Generalitat a la rehabilitación de la bóveda de la Basílica. Con el Mariano, son ya 219 las entidades museísticas valencianas.

La Consejería de Educación se encuentra a la espera de un “último informe” de Hacienda para sacar a la luz los pliegos de condiciones que regirán los concursos para la construcción de un “primer paquete” de siete centros de los llamados de Iniciativa Social (CIS) en la Comunidad Valenciana. Así lo avanzó este jueves la titular de Educación, Cultura y Deporte, María José Català, durante una visita al Museo Mariano de la Basílica de la Virgen de Valencia, al ser preguntada por la puesta en marcha del nuevo modelo de cesión de suelo público a entidades privadas para que estas construyan centros escolares a cambio de obtener un concierto educativo durante 75 años.

“Ya está todo cerrado”, dijo Català, y ya se sabe dónde irán los CIS. Para implantar el modelo únicamente “falta un último informe preceptivo de Hacienda”, que “no condiciona el presupuesto aprobado”, ya que el concierto con los nuevos CIS comenzaría en todo caso a funcionar partir del curso 2014-2015; pero es necesario “para poder sacar los pliegos de condiciones” del concurso.

Este primer paquete de siete centros privados concertados construidos sobre suelo público, al que podría seguir un segundo paquete, se ubicarían, según las previsiones de la consejería, en La Vall d’Uixó, Santa Pola, Alicante y Valencia. El criterio de elección de municipios, según fuentes de la consejería, es el de una demanda insatisfecha de enseñanza concertada. Otro de los objetivos explicitados en distintas ocasiones para decidir la ubicación de estos centros sería la eliminación de barracones.

Según la titular de Educación, las parcelas donde se construirían los nuevos colegios ya están identificadas y, en todo caso, no pueden ir en suelo destinado a la construcción de centros públicos, porque para ello debería haber acuerdos plenarios municipales que cambiaran el destino de ese suelo. Ese criterio descartaría, en principio, el uso para CIS del suelo inicialmente previsto para la construcción del centro público de Infantil y Primaria 103, instalado enteramente desde su creación hace tres años en aulas prefabricadas o “contenedores tuneados”, según el punto de vista que se elija para describirlo.

Cuarenta empresas se han interesado ya por el modelo, según Educación

Según las mismas fuentes de Educación, hasta el momento ya han mostrado interés por este modelo unas cuarenta entidades o empresas, encuadradas tanto en el ámbito educativo como en el de la construcción, e incluso despachos de arquitectos, ya sean de la Comunidad Valenciana o de otras comunidades.

La implantación de este modelo alterará el equilibrio entre enseñanza pública y concertada en el conjunto del sistema educativo valenciano. La implantación del distrito único a efectos de escolarización que se comenzará a implantar con el nuevo decreto de admisión de alumnos, que anteayer pasó por la mesa técnica sindical, también estaría en la línea de potenciar la enseñanza concertada, tal y como criticó recientemente la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia (FAPA) y denunciaron el miércoles pasado algunos sindicatos. María José Català se defendió ayer diciendo que “es una crítica difícil de entender desde el punto de vista político y sindical, ya que los propios sindicatos también representan a los trabajadores de la concertada”.

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