Nefkens, el arte del mecenazgo
El filántropo holandés prosigue su labor dotando con 50.000 euros el premio a jóvenes talentos convocado con el Macba
Han Nefkens (Rotterdam, 1954) asegura que desde 1987 vive un tiempo prestado. Por eso quiere compartirlo y, en los cinco años que lleva en Barcelona, se ha convertido en uno de los mecenas más prominentes de la ciudad. Desde que hace 25 años, siendo periodista en México, descubrió que había contraído el sida, es consciente de que su vida es una apuesta con el destino y aún más después de que en 2001 el VIH le atacara el cerebro, dejándole durante dos años sin habla, ni capacidad de escribir, leer y caminar. “Tengo la suerte de haber podido conseguir siempre los mejores cuidados médicos, pero el arte me ha ayudado a superar momentos muy difíciles. Con la crisis hay gente que percibe la cultura como un lujo, algo frívolo e innecesario. Es un error. ¿Qué quedaría de un pueblo sin su cultura? Es la esencia del ser humano, nos muestra quiénes somos y los lazos que nos unen”, asegura.
Mañana se dará a conocer el ganador de la primera edición del premio internacional para jóvenes talentos, que él organiza con el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba). Su papel va mucho más allá de proporcionar los 50.000 euros, cifra generosa incluso en otros tiempos. “Tengo la suerte de poder escribir, por eso prefiero ofrecer a alguien la posibilidad de crear, en vez que comprar algo ya hecho”, explica Nefkens, que ha escrito tres libros, todos de corte autobiográfico. Los dos primeros en holandés; el tercero, Tiempo prestado, se publicó en castellano, en 2009. Todos sus premios funcionan como becas y cuidan del afortunado, desde la concepción de la obra hasta su difusión. Además del mencionado, organiza en Holanda un galardón para jóvenes diseñadores de moda y en España otro para creadores audiovisuales y escritores emergentes. “Tengo una red de scouts, cazadores de talentos, de muchos países, que me dan noticias de creadores. De ese archivo salen los finalistas y entre ellos un jurado elige el ganador”.
Su último regalo: una pieza de Weiner para el mercado de Santa Caterina
También como coleccionista es atípico. El arte le apasiona, pero aún más poderlo enseñar, por eso prácticamente todas las 450 obras de la colección H+F (por las iniciales suya y de Felipe, su marido mexicano) cuelgan de las paredes de diversos museos del mundo, incluido el Macba. Todo lo gestiona a través de sus dos fundaciones. Con Art Aids, que creó en 2006 en Holanda y dos años después en España, lucha a golpe de arte y cultura contra el sida. Ya ha producido unas 150 obras sobre el tema. “El mayor escollo para la prevención sigue siendo el miedo al estigma, la exclusión social y la condena. El arte es uno de los medios más eficaces para hablar de lo que se teme y visibilizar lo que no se quiere ver”, asegura.
En cambio, la fundación que lleva su nombre la creó para interactuar con las instituciones catalanas. “En Barcelona hay una buena infraestructura artística y cuando llegué también había una situación fructífera. Ahora ha cambiado, pero esto no impide que se puedan presentar nuevas oportunidades. El Macba demuestra que en Cataluña ya existe una tradición de colaboración entre público y privado, solo hay que darle un nuevo impulso. Por eso se requiere una ley de mecenazgo que regule la situación fiscal y otorgue el justo reconocimiento social al mecenas”, reivindica Nefkens, insistiendo en que para ser mecenas no es necesario ser millonario. Pero él no para. En febrero presentará la instalación de Lawrence Weiner que regala a Barcelona, una escultura para sentarse y socializar con las típicas tipografías del alemán y que irá al Mercado de Santa Caterina. En octubre inaugurará en el Macba una muestra de fotografías de Anna Scheidegger por los 30 años del descubrimiento del VIH y la conferencia internacional sobre la vacuna, que tendrá lugar en Barcelona. Y en diciembre estrenará colaboración con la Virreina Centro de la Imagen, con una muestra del holandés Gerald van der Kaap.
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